La danza es un medio de buena salud. Beneficia al espíritu, nos hace ser más consecuentes de nuestros movimientos así como de la coordinación global del mismo, permitiéndonos ser mucho más inteligentes a la hora de utilizar nuestro lenguaje no verbal… además de hacernos sentirnos más jóvenes y esbeltos puede hacer que toda la musculatura del mismo no esté flácida, acabando con el malo aspecto de antebrazos descolgados y muslos blandos. El saber bailar siempre es un don ¡y ahora puedes aprender a cualquier edad y con cualquier característica física!
La danza contemporánea consiste en una repetición o un movimiento aleatorio que conlleve equilibrio, belleza y armonía realizados de pie o sobre el suelo, combinando pasos de piernas y pies deslizándose sobre el suelo, a levantamientos de brazos con suaves giros, que recuerdan a la danza clásica pero sin sus formalismos. La contemporánea es mucho más libre, como dejar hablar al corazón de un poeta. Puedes tomar clases en cualquier academia de danza de tu ciudad, siempre comenzando desde un nivel de principiante (si no sabes nada) o un intermedio si ya has dado nociones de otras danzas clásicas.
Notarás que aumentarás el equilibrio y comenzarás a andar de forma más armónica y menos patosa. El segundo beneficio que te proporcionará será una mayor descarga de la espalda, favoreciendo que no guardes la tensión de estar trabajando en una oficina durante varias horas realizando incómodas posturas en un ordenador o de otros empleos en los que hay que cargar objetos pesados o azafatas que deben estar de pie muchas horas maltratando sus pantorrillas, tobillos y pies. Te causará relajación pues la musculatura acabará aprendiendo que lo mejor es dejarse llevar y fluir, buscando los mejores movimientos que le parezca según el sonido de la música o los tonos de acompañamiento. El cuerpo entero se modelará aunque primero notarás que los músculos van adquiriendo tono terminando con la grasa adicional y la celulitis.
