Dentro de los deportes, el mundo de la bicicleta es de los más apasionantes. Hablamos de un deporte donde a la práctica, de las más completas y disfrutables seas profesional o amateur, le acompaña todo un ecosistema en forma de vueltas ciclistas, equipaciones y, por supuesto bicicletas.
Bicicletas con distintos usos, modelos, estéticas… ¿Quién no recuerda aquellas antiguas Mobylettes, robustas y con aquel mítico sillín de bicicleta tan cómodo y blandito? Aquellas viejas glorias de la marca GAC fueron para muchos nuestra primera bicicleta con la que rodábamos por el campo y veraneábamos en el pueblo, nuestro único conocimiento del mundo de las dos ruedas pero, ¿cuántos tipos de bicicletas existen?
Bicicletas híbridas
Como era en el caso de nuestra querida Mobylette, cuando somos pequeños sólo existe un tipo de bicicleta, y no es aquella que la todo terreno que tanto nos sirve para pasear por el parque como para alguna salida ocasional dominguera familiar.
Este tipo de bicicletas son las conocidas como híbridas o urbanas: bicicletas que sin ser todo lo robustas que tendrían que ser para salir a la montaña o lo suficientemente ligeras como para rodar en asfalto, ofrece un cuadro y un equipamiento perfectamente útiles para ambos ecosistemas, lo que viene a ser una bicicleta mutiusos.
Bicicletas de carretera
Diseñadas para la práctica pura y dura del ciclismo tal como fue originado como deporte, son muy poco pesadas y con unas finísimas ruedas que ofrecen la adherencia necesaria para la carretera sin perder ligereza, lo cual es una gran ventaja para realizar carreras, pero las limita para otros medios que no sean zonas pavimentadas.
Seguramente no lo necesitemos, pero si queremos visualizar mentalmente una de éstas, no tenemos más que apreciar todas las bicicletas usadas para el Tour de Francia o la Vuelta Ciclista.
Bicicletas de montaña
Las “mountain bikes” o BTTs (bicicletas todoterreno) compiten con las híbridas para llevarse el gato al agua de las más vendidas. Y es que desde que surgieran en aquella mítica década de los ochenta, no hay lista de Reyes o regalo de comunión que no las haya incluido alguna vez al momento en el que se nos despierta el gusanillo del pedaleo y nuestra vieja bicicleta de ciudad se nos queda pequeña.
La principal característica de las bicicletas de montaña reside en su cuadro robusto y ruedas anchas dotadas de tacos para mejorar el agarre en cualquier terreno. Según hagamos un uso más profesional o más de aficionado de éstas, podrá contar con suspensiones u otros elementos que permitan una práctica más deportiva de forma segura.
BMX
Pese a que existen más modelos (bicicletas de contrarreloj, playeras, las “fat bikes” etc.) entran en esta clasificación las BMX por ser cada vez más frecuentes verlas en la ciudad, sobre todo entre tribus como la de los skaters.
Se tratan de las bicicletas acrobáticas, diseñadas especialmente para realizar carambolas y saltos sin más funcionalidades que éstas, como demuestra la posición baja (e incómoda para otros usos) del sillín o la existencia de un único piñón y frecuentemente fijo.
A día de hoy las posibilidades son infinitas, tanto de modelos como de marcas, encontrando cómo las antiguas BHs se han visto sustituidas por miles de opciones que van desde una práctica Shimano hasta una profesionalisísima Orbea.
