Cuando una persona comienza a hacer ejercicio lo primero que nota, además de los típicos dolores musculares, es la falta de aire durante la realización de las rutinas, sin embargo, la intensidad de esto depende de qué tipo de ejercicio estemos realizando y del trato que le hemos dado a nuestro sistema respiratorio en el transcurso de nuestras vidas.
En el segundo punto, el del trato, si se es fumador o se sufre de alguna enfermedad o condición del aparato respiratorio, la capacidad pulmonar se verá severamente comprometida, por lo que existiría una gran posibilidad de hiperventilar si se realizan ejercicios de forma incorrecta.
Al perder el aliento el deportista se sentirá agotado, incapaz de continuar o incluso podría llegar a vomitar como consecuencia directa de la hiperventilación, sin embargo, existen ejercicios que de una u otra forma ayudan a incrementar la capacidad respiratoria mejorando, así mismo, la capacidad de ejercitarse mejor y por más tiempo.
De la natación al yoga
Por instinto al pensar en respiración automáticamente se puede pensar en los deportes acuáticos, y se está en lo correcto, la natación en particular ayuda a perfeccionar diversas técnicas respiratorias al mismo tiempo que ejercita el cuerpo de forma general y aumenta, progresivamente, la capacidad de los pulmones para almacenar aire y extraerle el oxígeno.
Otra alternativa saludable y de bajo impacto es el yoga, estos ejercicios no sólo sirven para liberar el estrés, aliviar el dolor, mejorar la circulación y encontrar la paz interior, sino que mejoran significativamente el proceso de respiración, ya que los ejercicios requieren de respiraciones largas y profundas utilizando el diafragma, siendo esta la forma correcta de ejecutar la respiración.
El proceso respiratorio resulta en uno de los más cruciales e importantes para mantener la vida humana, sin oxígeno el humano sólo podría sobrevivir algunos minutos, por lo que quedarse sin aliento no debería ser una opción.
