El ejercicio y la enfermedad

De leve a moderada actividad física por lo general está bien si tienes un resfriado, pero sin fiebre. El ejercicio puede incluso te puede ayudar a sentirte mejor, con carácter temporal para aliviar la congestión nasal.

Como una regla general para el ejercicio y la enfermedad:

* Procede con tu entrenamiento si tus signos y síntomas son «por encima del cuello”, tales como secreción nasal, congestión nasal, estornudos o dolor de garganta. Debes estar preparado para reducir la intensidad de tu entrenamiento si es necesario.

* Pospone tu entrenamiento si los signos y síntomas son «por debajo del cuello», tales como la congestión del pecho, tos con flema o malestar estomacal. Del mismo modo, no hagas ejercicio si tienes fiebre, fatiga o dolores musculares generalizados.

Si decides hacer ejercicio cuando estas enfermo, escucha a su cuerpo. Si los signos y los síntomas empeoran con la actividad física, deténgase y descanse. Reanude su rutina de ejercicios gradualmente a medida que usted comienza a sentirse mejor.