Ese molesto dolor que surge cuando hacemos un sobreesfuerzo al que el cuerpo no está acostumbrado.
¿Quién no ha tenido agujetas alguna vez en su vida? Hay quienes en demasiadas ocasiones. En cuanto realizamos alguna actividad a la que no estamos acostumbrados y ponemos en funcionamiento músculos del cuerpo que igual no sabíamos ni que teníamos. Ese momento en que, tras una mudanza, te duelen los brazos, el día después de una caminata te arden las piernas o, simplemente, jugando al tenis a la Wii, notas como hasta tus manos han sufrido y duele.
El ejercicio continuado (y no el esporádico ni el estacional) es la única solución a no sufrirlas nunca más. Pero hay pequeñas cosas que puedes realizar para disminuir el malestar o para evitarlas si empiezas de cero.
Las agujets no son más que el nombre coloquial con el que se conoce el dolor muscular de aparición tardía. Cuando el músculo hace un movimiento repetido con una intensidad a la que no está acostumbrado se producen microlesiones musculares y de tendones acumulando desechos que producen una reacción inflamatoria que al mismo tiempo da lugar al dolor.
Tomar un vaso de agua con azucar tras haber realizado ejercicio no sirve para nada. Antes se pensaba que si porque se creía que el azúcar deshacía los cristales que pinchaban y provocaban el dolor pero es falso. Lo único que funciona son los antiinflamatorios ingeridos y en crema. También, realizar el mismo ejercicio aumenta el corriente sanguíneo ayudando a eliminar esos desechos que provocan el dolor, por lo tanto lo de «para quitar agujetas vuelve a hacer deporte» es verdad. Pero no fuerces o corres el riesgo de lesionarte y tener que recurrir a médicos y sesiones de fisioterapia.
Simplemente, si hace mucho que no haces deporte tómatelo con calma y sé constante y si ni aún así evitas el dolor del día siguiente solamente puedes tomarte algún ibuprofeno y seguir haciendo lo mismo.
