El aeróbic, o gimnasia aeróbica, es una disciplina que se realiza al ritmo de la música. Se puede practicar al aire libre, en un gimnasio o en la propia casa, y consta de diferentes ejercicios que apuntan al desarrollo de habilidades físicas que incluyen la flexibilidad, coordinación, sentido de la orientación y ritmo, entre otras. De acuerdo a la dinámica, edad de los participantes y objetivos, el ritmo de la música será diferente, permitiendo un trabajo acorde a todo tipo de practicantes.
Además de los ejercicios que conforman la rutina de aeróbic, también hay una fuerte impronta de estiramiento y relajación, ya que la conciencia del propio cuerpo y los cuidados para la práctica deportiva son la clave para realizar sin riesgos esta disciplina.
¿Cómo surgió el aeróbic?
La gimnasia con música puede rastrearse hasta el año 1968, cuando Kenneth Cooper, médico y teniente coronel del ejército de Estados Unidos publicó un libro con el título de Aerobics. Allí, presentaba el programa de entrenamiento para el ejército nacional, y eso fue únicamente el inicio.
En 1969 aparece Isotonics, un programa de entrenamiento con rutinas de 30 minutos basado en los principios del libro de Cooper. Jackie Sorensen fue la encargada de esta rutina, ella era esposa de un militar, y adaptó los principios de Cooper añadiendo música y elementos propios de otras disciplinas, como el jogging, la danza y el jazz, entre otras.
Al finalizar la sesión, había ejercicios orientados a la tonificación muscular, y el éxito del programa fue tal, que Jackie fundo al año el primer instituto donde se impartía la modalidad de aeróbic con música. El nombre de la institución era Aerobic Dancing Inc.
Beneficios de la música en la práctica deportiva
La unión de la gimnasia y la música trae muchos beneficios. A tal punto que, más allá de los reconocidos efectos positivos del ejercicio físico, encontramos en la música aportes notables para mejorar nuestro rendimiento físico.
La música tiene efectos psicológicos que influyen en el estado de ánimo. Ayuda a mejorar nuestras emociones y sentir mayor felicidad y un enfoque positivo. Al hacer ejercicio, esta positividad potencia los objetivos que buscamos alcanzar.
La música tiene un efecto denominado ergogénico. Mejora el rendimiento físico y retrasa la fatiga, aumentando la capacidad de trabajo. Así, vemos potenciada nuestra productividad, resistencia y fuerza más allá de lo esperado originalmente.
Los efectos psicofísicos de la música influyen en la respuesta sensorial. Distintas investigaciones demuestran que la tasa de esfuerzo percibido disminuye al escuchar música y hacer ejercicio, permitiendo trabajar mejor y ofrecer un mejor rendimiento.
Ejercicios en cualquier lugar
Uno de los grandes beneficios del aeróbic es que no requiere grandes espacios ni aparatos para su realización. Puedes practicar ejercicios con música en tu propia casa, o salir al parque y juntarte con un grupo de amigos a realizar rutinas de trabajo. Al final del día, el objetivo es mejorar tu rendimiento físico mediante ejercicios y diversión en partes iguales.
