Se trata de una alimentación basada en un tipo de alimentación diferente a la dieta mediterránea pero igualmente saludable, así que la podríamos comparar ya que ambas poseen reconocidas propiedades y beneficios. Aunque una de sus grandes diferencias es que en la dieta atlántica se consume más pescados y carnes rojas, lo cual nos proporciona una rica fuente de proteínas.
Podríamos destacar como aspectos más importantes de la dieta atlántica el uso de alimentos atlánticos que deben ser frescos y de temporada. Se tratan de alimentos de huertas como los cereales, el pan, patatas, vegetales, frutas, legumbres, castañas y nueces. También de alimentos del mar y de los ríos como los pescados mariscos o algas y por supuesto alimentos de la tierra como la ternera gallega, de cerdo y caza, además de lácteos y otros alimentos que son propios de la gastronomía atlántica en general, y de la gallega en particular.
Estos alimentos, además, se cocinarán según las recetas típicas de la alimentación de la Dieta Atlántica, que se basa en la cocción, la plancha, el guisado y el asado, dejando de lado la fritura.