A menudo la gente cree que trabajar con niños es divertido y todo es muy sencillo. En caso de tener los conocimientos necesarios para ello por supuesto que lo será, pero es probable que este comentario esconda una parte de injusticia fruto de una probable ignorancia a la responsabilidad que representa trabajar con niños.
*Imagen: www.kidsgarden.com.es
Un niño es totalmente permeable a cualquier situación, hasta un detalle que para cualquiera sería anecdótico puede llegar a herir o marcar a un escolar en función de sus sentimientos. Cada niño es diferente, y saber identificar estas particularidades es una de las características básicas de cualquier persona que ha realizado un curso en educación infantil.
La hora del patio es un intervalo de tiempo, pero el resto de horas que convivas y trabajes con niños serán parte de su educación y formación, por lo que inculcarles valores que les sirvan a lo largo de su vida para ser mejores personas es una responsabilidad ineludible. En cualquier nivel dentro de la educación infantil se debe saber transmitir energía e ilusión por las cosas, la cultura de compartir y ayudarse, y la dedicación al estudio como prioridad.
Un técnico en educación infantil tendrá a su disposición las herramientas y conocimientos necesarios para programar procesos educativos que posteriormente pueda evaluar y valorar de forma individualizada para cada niño y compartirla si fuera necesario con los padres o tutores asignados. De este modo, podemos hacer ampliables al ámbito familiar estos valores, inquietudes o motivaciones que en el día a día observamos en los niños. Son una fuente de información muy útil para las familias, que a menudo no disponen del tiempo suficiente para dedicarles a sus propios hijos y que podrían pasarles inadvertidos.
Siendo un experto en este campo y llegando a los conocimientos de técnico superior en educación infantil podrás aplicar estas nuevas habilidades en tu rutina laboral con los más pequeños y seguir creciendo como docente en el mundo laboral hacia lo que más te ilusione en la vida.
Enseñar y ser el primer vínculo de los más pequeños con el mundo de la enseñanza es a la vez un premio y una responsabilidad de la que enorgullecerse y que debe servirnos para nunca dejar de aprender más. Convirtámonos en el primero y mejor ejemplo de los niños, aplicando en nosotros mismos todos aquellos valores e ilusiones que en el día a día intentamos inculcarles.
Muy buen artículo. Primero preparación, posteriormente llegará la diversión. Trabajar con niños es especialmente complejo y puede repercutir en el futuro inmediato y a largo plazo, por lo que debemos prepararnos y seguirnos preparando día a día.