Cuando hablamos de los beneficios de la actividad física para la salud, muchas veces centramos la atención en beneficios generales para el organismo. Sin embargo, es posible remarcar algunos beneficios específicos para la columna vertebral, por ejemplo, a partir de la realización cotidiana de alguna actividad deportiva. Hoy centraremos nuestra atención en cómo trabajar sobre la postura y sobre el refuerzo de la columna vertebral a partir del deporte y la actividad física.
La natación, el deporte predilecto
A la hora de hablar de mejorar la postura y resolver problemas de espalda, la natación es la actividad que más resuena. Ayuda a resolver las desviaciones y a curar lesiones incluso en personas que no tienen como costumbre realizar actividad física. Esto se debe a las múltiples ventajas que tiene el agua como medio para ayudar al trabajo físico.
El sedentarismo y la aparición de dolores en la espalda son elementos que forman un binomio que se repite de manera regular. Lo normal es que los músculos de la espalda se debiliten por falta de ejercicio y terminan dañando la columna vertebral, la postura general y el estado físico de las personas. Los problemas de espalda por sedentarismo hacen más normal la aparición de episodios de lumbalgia y otros síndromes dolorosos en diferentes zonas de la espalda.
La supervisión de un especialista sirve para descartar complicaciones y trazar una forma de trabajo físico que ayude a cada paciente en particular a mejorar su postura y su estado físico en general. De cualquier forma, la natación sigue siendo el deporte más recomendado porque consta de movimientos simétricos y rítmicos que ayudan a la espalda, posiciones neutras y movilidad de todos y cada uno de los músculos de la espalda, pero sin un impacto en la columna vertebral. Al no tener que apoyar el cuerpo y con la gravedad reducida, la espalda trabaja con poca resistencia y se puede alcanzar un estado físico óptimo.
Para aprovechar al máximo los beneficios de la natación es importante ejecutar de forma correcta las técnicas de natación. Cada persona y paciente en particular debe realizar un tipo de natación diferente, progresar de manera gradual en la duración y resistencia del deporte, evitar los giros y torsiones bruscas del tronco y desarrollar lentamente el avance en la técnica natatoria.
Se recomienda la guía de un profesor o entrenador en natación para ayudar a corregir la técnica en base a la problemática que se busque corregir (desde escoliosis y hernias discales hasta hipercifosis o hiperlordosis).
En caso de buscar ejercicios físicos para mejorar la columna vertebral y evitar los dolores de espalda y errores posturales, no se recomiendan los deportes de contacto, las disciplinas asimétricas, los ejercicios que involucren correr y los de fuerza. Este tipo de actividades no son las mejores para curar la espalda, se recomiendan alternativas beneficiosas para la columna vertebral como el yoga, el tai-chi, pilates o los programas de ejercicios de calentamiento, tonificación y estiramiento muscular bajo la dirección de un entrenador personal capacitado. De esta forma se pude trabajar para sanar la columna vertebral y evitar los dolores de espalda.