Los bailarines y bailarinas profesionales requieren numerosas habilidades y características físicas para lograr desempeñarse de forma óptima. Una de esas características es la flexibilidad, y es tan importante que permite destacar a lo mejore bailarines de aquellos de nivel medio. Un buen bailarín tiene mucha flexibilidad y eso permite movimientos gráciles. Por ejemplo, el famoso paso del ‘Moonwalk’ de Michael Jackson, no sería lo mismo sin un poco de flexibilidad en las piernas. Sería un movimiento tosco y con mucha menos gracia.
Para alcanzar una buena flexibilidad, es indispensable entrenarse especialmente con este objetivo en mente. Ejercicios como la apertura de piernas, estiramientos adecuados y otros trabajos en la zona baja del cuerpo se vuelven claves para alcanzar la flexibilidad requerida para cada tipo de danza. Hoy analizaremos un poco cómo trabajan los bailarines y bailarinas más importantes del entorno para alcanzar esta habilidad necesaria para una danza profesional.
¿Para qué sirve trabajar la flexibilidad del cuerpo?
La flexibilidad es importante, tanto para un bailarín profesional como para un bailarín amateur que desea poder abrirse de piernas sin esfuerzo en una muestra de fin de año. Tanto aficionados como profesionales de la danza deben trabajar de forma regular la flexibilidad para mantenerla, así que es uno de esos ejercicios y entrenamientos que tendrás que realizar de forma habitual si realmente te interesas por la danza.
Lo que se necesita es tiempo y esfuerzo. A menos que tengas la cualidad de ser hiperlaxo, para alcanzar una buena flexibilidad tendrás que dedicarte. Seguramente pasará más de una semana antes de poder hacer el ejercicio de apertura de piernas rápidamente. Además, si fuerzas una apertura de piernas sin estar correctamente entrenada, puedes lesionarte.
Los beneficios de una buena flexibilidad se consiguen cuando tenemos también una musculatura trabajada. Por eso el punto medio de los bailarines se encuentra en la flexibilidad adecuada para los movimientos gráciles a la vez que músculos trabajados para soportar los esfuerzos de la actividad física.
Un bailarín flexible puede realizar movimientos y posiciones de la danza de forma más sencilla. Las posiciones serán más fluidas y los movimientos en general se verán mucho más agradables y concatenados. Por otra parte, incluso aquellas personas que no hacen danzas se pueden beneficiar de la flexibilidad. Si trabajas en una oficina sentado durante muchas horas, la espalda se engarrota. Con unos buenos ejercicios de flexibilidad puedes evitar dolores de espaldas y demás.
¿Qué zonas hay que trabajar para conseguir flexibilidad?
La flexibilidad no depende de una zona específica del cuerpo, sino que puede conseguirse en todos los miembros. Basta mirar el trabajo de un contorsionista para entender que, con el entrenamiento adecuado, los músculos nos permiten trabajar con movimientos de gran flexibilidad. Para los bailarines, las partes más importantes a entrenar son:
Piernas. Al pensar en la flexibilidad del bailarín lo primero que viene a la cabeza son las piernas. Los movimientos de apertura frontal y lateral son muy habituales, y por eso no tarda de venir a la cabeza esta habilidad. La danza clásica aprovecha la flexibilidad para los saltos, pero también permite una danza más sensual en la salsa y realizar toda clase de movimientos sorprendentes en la práctica del hip hop. La clave es el entrenamiento regular.
Espalda. Un error habitual cuando recién se comienza a bailar es no flexibilizar la espalda. Estamos ante el tronco que sirve de base para la postura del bailarín, le permite soportar posicione difíciles al estar correctamente musculado, pero también requiere un nivel de flexibilidad para el arqueo adecuado para cada tipo de danza. En danza clásica el esfuerzo en la espalda es habitual, motivo por el cual los primeros bailarines de compañías clásicas siempre tienen un nivel de flexibilidad considerable.
Brazo y hombros. Recordando que conseguir movimientos bellos y gráciles no se consigue de un día para el otro, sino como resultado de un entrenamiento constante. La zona de brazos y hombros se debe trabajar fuertemente porque forman parte del eje fundamental de la zona superior del cuerpo. Si logramos una buena flexibilidad en brazos y hombros, podremos poner los brazos en cualquier dirección sin sentir incomodidad.
Todo lo que mencionamos debe ser entrenado cuidadosamente para evitar lesiones. El eje superior e inferior requiere entrenamiento para tener un cuerpo equilibrado y así obtener los resultados buscados a la hora de empezar en la danza, sea profesional o amateur.