A la hora de hacer ejercicio y gozar de un cuerpo en buen estado, la grasa en las rodillas aparece como una enemiga importante. En este post analizaremos cuáles son algunos de los tratamientos y técnicas que te pueden ayudar en esta batalla, cómo realizarlos, qué tener en cuenta antes de comenzar y cómo obtener los mejores resultados ante cualquier paso que tomemos en el sentido de recuperar la belleza de nuestro cuerpo.
¿Por qué se acumula grasa en las rodillas?
Existen diferentes causas que pueden influir en la acumulación de grasa en nuestras rodillas. En primer lugar, existen rasgos genéticos y hormonales que pueden aumentar las posibilidades de acumulación de células adiposas en las rodillas. Por otro lado, un ritmo de vida sedentario e inactivo también influye negativamente y suele verse reflejado en cuerpos con excesos de grasa.
Sabiendo esto, una de las claves para combatir la acumulación de grasa es empezar a caminar o realizar actividad física con mayor regularidad. Empezar a llevar un estilo de vida más saludable y activo será el primer paso para empezar a eliminar la grasa que se acumula en la cara interior o anterior de tus rodillas.
Algunas formas de combatir la grasa en las rodillas
Una buena alimentación, junto a la actividad deportiva regular, es un componente fundamental que no puedes ignorar para reducir la grasa en tus rodillas. Tienes que dejar de lado los alimentos procesados, comer muchas carnes magras y proteínas, y también incorporar verduras frescas y grasas saludables a tu día a día.
Conocer tu tipo de cuerpo también puede ayudarte a evitar las frustraciones y a entender mejor cómo atacar la grasa acumulada en tus rodillas. Los cuerpos endomorfos suben de peso fácilmente y se les complica mantener un peso; los cuerpos mesomorfos cambian de forma rápidamente según la dieta y la rutina deportiva, pero si es inadecuada pueden engordar en poco tiempo; finalmente, los ectomorfos son cuerpos delgados, con dificultades notables para aumentar la masa muscular.
Dependiendo tu tipo de cuerpo, la clave para ayudar en la reducción de grasa de las rodillas está en hacer un ejercicio intenso, de duración apropiada y con el trabajo sectorizado en los objetivos específicos a conseguir.
Caminar es la actividad más recomendable, porque trabaja adelgazando directamente las piernas. Según el tipo de cuerpo, puedes requerir entre 5 y 6 sesiones de cardio por semana (mesomorfos y endomorfos), 3 veces para el caso de los ectoformos. De esta manera, y adaptado a tu tipo de cuerpo, tendrás una rutina de ejercicios que tu propio organismo podrá gestionar y llevar adelante.
Otra tendencia muy extendida entre los que buscan reducir la grasa en la zona de rodillas, es la de entrenar para ganar resistencia. Este tipo de entrenamiento muscular ayuda en la tonificación. Se basa en ejercicios de entrenamiento de fuerza, pero con un control estricto para obtener los resultados esperados en zonas localizadas y en tramos de tiempo relativamente cortos. Posteriormente se espera la continuidad del compromiso para seguir cuidando el cuerpo.