Paso 2:
Haz un gráfico de tu peso y suma las medidas de la cintura, bíceps, muslos, caderas y hombros. Al mantener un registro, podrás ver pequeños cambios progresivos en el papel que puedes pasar por alto cuando te miras en el espejo. Una vez por semana, pésate y mídete y lleva el seguimiento de los resultados.
Paso 3:
Inicia una rutina de ejercicios dirigidos para abordar las áreas problemáticas, así como incrementar la salud general. Por ejemplo, si deseas que tus jeans nuevos te queden perfectos, le necesidad estará en aumentar los ejercicios y los pesos que se dirigen a la cintura, las caderas y los muslos, así como un programa de ejercicios aeróbicos y dieta.
Paso 4:
Comer con sensatez. En vez de elegir una dieta de moda, que puede tener un efecto rebote, haz de tu dieta un proceso continuo, proporcionando salud y nutrición a tu cuerpo.
Paso 5:
Coge a un amigo, animarnos unos a otros para ponerse en forma antes es una excelente manera de motivarnos. El ejercicio es más divertido cuando se comparte la experiencia y se establecen metas comunes. Sólo recuerda que todavía tienes que hacer ejercicio, incluso si tu amigo no lo hace un día.
Paso 6:
Prémiate pero no con alimentos. Cuando veas el progreso, es el momento para una recompensa. Ver una película o disfrutar de una camisa nueva para halagar tu físico mejorara tu fuerza de voluntad.
Paso 7:
Duerme lo suficiente para que puedas llevar a cabo tu plan de ejercicios. Una buena noche de descanso, cada noche, prepara el escenario para un día más productivo. Tu cuerpo y tu mente necesitan tiempo para recuperarse de exigentes entrenamientos.
Paso 8:
Disfruta de tu rutina de ejercicios. La parte más importante de ponerse en forma incluye divertirse haciéndolo. Si lo conviertes en un castigo, no pasará mucho tiempo hasta que tu motivación para hacer ejercicio y comer con sensatez se desvanezca y te encuentras de nuevo frente a la tv con la pizza.