En la tercera edad se deben realizar tablas de ejercicios que estén individualizadas y en las que se busque trabajar las cualidades generales más importantes: la resistencia, que es la forma de esfuerzo en esta edad, es importante.
Con los ejercicios se logra un número de efectos de gran importancia, para nuestra salud, como la coordinación y la flexibilidad, ya que la coordinación mejora con la realización de ejercicio físico. Si mejoramos esta cualidad, entre otras cosas, vamos a poder prevenir y evitar lesiones futuras. Además, la flexibilidad nos va a ayudar a no tener problemas en las articulaciones ( rodillas, muñecas, codos, etc…).
Debemos tener en cuenta que estas actividades deben estar adaptadas a estas personas mayores que se encuentran en la tercera edad, para no provocar sobrecargas, por ejemplo, en el aparato cardiovascular, en el aparato locomotor. Eso sí, pueden y deben realizar actividades de mediana intensidad para desarrollar la fuerza, los mejores son los que nos permiten hablar, mientras lo estamos realizando.
Los ejercicios deben ser una mezcla de: 70% de ejercicios de estiramiento; 20% coordinación y un 10% de fuerza.
También, debemos tener en cuenta que este grupo se divide en tres: Grupo I (en forma física- sano); Grupo II (no en forma física, no sano, independiente) y Grupo III (no en forma física, no sano o dependientes). Y, ante todo, tener en cuenta que el calentamiento es vital y de suma importancia antes de empezar a ejercitar.




