Como deportista no debes esperar a sentir sed para consumir agua, como tampoco hacer caso a aquellos prejuicios que mencionan la no favorabilidad de dicho consumo para el cuerpo. Cuando te decides a beber pequeños sorbos estarás evitándote muchas molestias recurrentes, y ahí está lo primero que debes saber, muchos de los padecimientos más comunes tras hacer ejercicio, se deben a no beber lo suficiente.
Lo más recomendado es hacer este consumo en los descansos tras las series o en su defecto cuando vas a empezar a hacer algo diferente y no esperar a estar muy sediento, pues puedes encontrarte fresco, más tu cuerpo necesita este líquido para equilibrar las pérdidas por el sudor.
Esto último mencionado es muy valioso, ya que cuando haces rutinas muy largas o estas sometido a la inclemencia del clima, pierdes sales vitales, y si bien el agua no es capaz de reponerlas al 100% al menos ayudará a tu sistema a recomponerse poco a poco, lo que se conoce como un equilibrio hidro-mineral, o traducido: hidratación.
¿Para qué BEBER durante los entrenamientos?
para evitar un incremento en la presión arterial la cual es la causante de los tan comunes dolores de cabeza cuya culpa, la mayoría, se debe al esfuerzo, también es importante para prevenir las arcadas y la desestabilización del cuerpo a causa de los mareos.
Aunque no lo creas el agua también ayudará a sintetizar tu energía o más bien a acelerar ciertos procesos de obtención de ATP, que al fin de cuentas es la encargada de ejercer el movimiento en tus músculos a causa de la glucosa y demás fuentes energéticas que usa el organismo en la motricidad.
Por otra parte, cuando el medio extracelular no está hidratado, los eritrocitos deberán ceder parte del agua que almacenan para suplir ese faltante, lo que se convierte en una plasmólisis que nunca es beneficiosa para el normal desarrollo de las células.
¿Cuánta agua debo consumir durante el ejercicio?:
Es bueno que sepas que esta ingesta debe ser a intervalos serios, es decir, que sean necesarios y regulares durante el tiempo que dure el desarrollo de la actividad física. Si entramos en materia, los expertos en deporte y metabolismo, recomiendan entre 200 y 250 ml de líquido… ¿cada cuánto?: sería bueno que lo hicieras cada 20 o 25 minutos, como ya te lo hemos dicho, en los espacios o descansos que tienes.
Cuando hablamos de beber “durante” también nos referimos a ese espacio de tiempo inmediatamente después de terminada por completo la rutina, en este has de beber por lo menos unos 500 ml para recuperarte y que rápidamente tu cuerpo inicie los procesos de reparación, claro está, esto debe ser combinado con unos buenos minutos de descanso.
No te dejes engañar por quienes dicen que no se debe beber agua cuando practicas deporte o haces ejercicio. Muchos estudios han comprobado los excelentes beneficios que para tu cuerpo trae el hecho de hacerlo, incluso para la mejora del rendimiento y la concentración.
El hecho de consumir agua hace movilizar todo tu cuerpo incluyendo la mente para mantenerte más activo y saludable.
VÍDEO: la importancia de BEBER
https://www.youtube.com/watch?v=3_lp8SC3x_g