1. Corredores: evitar el desgaste
Escucha a tu cuerpo. Si te sientes más cansado y sin energía a pesar de tus esfuerzos por ejercitar, es probable que sea el momento de tomar las cosas con más lentitud. También debes estar atento a los síntomas de exceso de ejercicio, tales como un aumento de la frecuencia cardíaca en reposo, dolor muscular o articular, un brote gripe, o una disminución en el apetito.
2. El secreto del estiramiento
Cuando haces ejercicio, contraes los músculos y los relajas, varias veces. La contracción repetida puede conducir a la reducción de los músculos. El estiramiento previene esta situación y ayudar a evitar lesiones durante el ejercicio.
Cuando estiras, coloca tu cuerpo en la posición correcta hasta que sientas el estiramiento, mantén la posición durante unos 25 segundos, respira profundamente para oxigenarte completamente.
3. Tomar un paseo
Si no estás realizando mucho ejercicio, no es necesario armar un gimnasio en casa. Trata de caminar. Un estudio de ocho años que involucró a 13 000 personas encontró que quienes caminaron 30 minutos al día tenían un riesgo significativamente menor de muerte prematura que aquellos que rara vez realizan ejercicio.
Comienza con cinco minutos a pie y aumentar la distancia poco a poco. Camine a un ritmo cómodo, centrado en una buena postura, respirando profundamente. Si no puede recuperar el aliento, ralentiza o evitar las colinas. Si no puedes hablar y caminar, estás caminando demasiado rápido.
4. «Bien, ahora hacer 100 de estos.»
Muchas personas que se unen a un gimnasio renuncian después de varios meses por falta de motivación o porque se exceden y se acaban hiriendo los músculos. En lugar de acudir a un el gimnasio, puedes contar con la ayuda, aunque sea temporalmente, de un entrenador personal.
Tomate un tiempo para entrevistar a algunos entrenadores y pide para hablar con sus clientes que tengan objetivos similares a los tuyos. Asegúrate de que el entrenador enseña a respirar correctamente y realizar los ejercicios de la manera correcta. Recibirás más de una sesión de ejercicios mientras que gastas menos tiempo en el gimnasio.
5. Cosechar los beneficios del ejercicio
El ejercicio regular es esencial para el control del peso a largo plazo, la reducción del estrés y la salud en general. Pero asegúrate de que haces ejercicio aeróbico y de resistencia. La actividad aeróbica fortalece el corazón y quema calorías, mientras que el ejercicio de resistencia fortalece los huesos, los músculos, y aumenta el metabolismo.
Elije una actividad aeróbica moderada que disfrutes, como caminar, nadar o andar en bicicleta. Complementa esto con el entrenamiento de resistencia para fortalecer los músculos de tu estómago, espalda, hombros, piernas y brazos. Ejercita de tres a cinco días a la semana, 30 a 45 minutos por sesión. Recuerda hacer ejercicios de estiramiento antes y después del entrenamiento.