TEMARIO Maestro de Educación Física. TEMA 6: CAPACIDADES FISICAS BASICAS, SU EVOLUCIÓN Y FACTORES QUE INFLUYEN EN SU DESARROLLO.
ESQUEMA-GUIÓN
1. UBICACIÓN DE LAS CAPACIDADES FÍSICAS BÁSICAS EN LA MOTRICIDAD HUMANA.
1.1. Breve descripción de los mecanismos implicados en la ejecución motriz.
1.2. Las capacidades físicas básicas como componentes del mecanismo de ejecución motriz.
2. CLASIFICACIÓN DE LAS CAPACIDADES FÍSICAS BÁSICAS.
2.1. Breve repaso a algunos sistemas de clasificación de las capacidades físicas básicas.
2.2. Propuesta de un sistema simplificado de clasificación de las capacidades físicas básicas aplicable a la edad escolar.
3. LAS CAPACIDADES FÍSICAS BÁSICAS: DESCRIPCIÓN, EVOLUCIÓN Y FACTORES CONDICIONANTES.
3.1. La Fuerza.
3.1.1. Concepto
3.1.2. Bases biológicas: la contracción muscular
3.1.2 Tipos
3.1.4. Factores condicionantes.
3.1.5. Evolución con la edad.
3.2. La Resistencia.
3.2.1. Concepto
3.2.2. Bases biológicas: las vías de aporte energético.
3.2.3. Tipos
3.2.4. Factores condicionantes y su evolución con la edad.
3.3. La Flexibilidad.
3.3.1. Concepto
3.3.2. Tipos y componentes.
3.3.3. Bases neuromusculares
3.3.4. Factores condicionantes.
3.3.5. Evolución con la edad.
3.4. La Velocidad.
3.4.1. Concepto
3.4.2. Tipos
3.4.3. Factores condicionantes.
3.4.4. Evolución con la edad.
RESUMEN DEL TEMA
Este tema se destina a un análisis y descripción de las capacidades físicas básicas, así como de los diferentes factores implicados en su desarrollo durante la edad escolar. Para ello se han estructurado los contenidos del tema en 3 apartados.
En el primer apartado se analiza el papel, que en la ejecución motriz humana, juegan las capacidades físicas básicas, llegándose a la conclusión de que éstas representan el aspecto cuantitativo de la capacidad humana de generar movimiento. Dicho con otras palabras, las capacidades físicas básicas suponen el aporte mecánico y energético necesario para el cumplimiento de las órdenes motoras que dirigen el desarrollo de nuestro movimiento. ,
El segundo apartado se destina a repasar algunos de los diferentes sistemas de clasificación utilizados en el campo del acondicionamiento físico, así como a proponer el sistema de clasificación que se utilizará en este tema. Por razones de simplicidad y claridad, se considera oportuno considerar a la fuerza, la resistencia, la velocidad y la flexibilidad como integrantes de las capacidades físicas básicas. Es partiendo de este sistema de clasificación que se efectuará el análisis de cada una de ellas.
Tanto el primer como el segundo apartados, tienen un carácter introductorio del núcleo central de los contenidos del tema, que se desarrolla en el apartado tercero.
Efectivamente este apartado se destina al análisis de cada una de las 4 capacidades físicas básicas. En este análisis se tratan aspectos como el concepto de cada capacidad, sus bases biológicas, los diferentes tipos que puedan darse dentro de ella, los factores que condicionan su desarrollo y la evolución de la capacidad con la edad.
TEMA 6 de Educación Física para Primaria
DESARROLLO DE LOS CONTENIDOS
1. UBICACIÓN DE LAS CAPACIDADES FÍSICAS BÁSICAS EN LA MOTRICIDAD HUMANA.
1.1. Breve descripción de los mecanismos implicados en la ejecución motriz.
Tal y como se amplía en temas posteriores en la ejecución motriz humana se puede diferenciar, siguiendo el modelo propuesto por Welford, la intervención de tres mecanismos de actuación consecutiva que la posibilitan, estos tres mecanismos son el mecanismo perceptivo, el mecanismo decisional y el mecanismo de ejecución, que pasaremos a describir, muy brevemente, en estas líneas.
Elprimer pasoque debemos efectuar a la hora de poner en práctica una habilidad motriz es informamos, tanto sobre las características del entorno en el que la vamos a ejecutar, como sobre nuestras propias posibilidades de actuación.
De ello se encarga el mecanismo perceptivo, que intenta responder a la pregunta ¿Qué pasa?.Para ello se vale, lógicamente de la información que le proporcionan los diferentes órganos sensoriales, tanto los que aportan información sobre el exterior (esterocepción) como los que lo hacen de las propias características del practicante (propiocepción).
Este proceso de percepción no se limita a una recogida pasiva de información, sino que el sujeto busca activamente las informaciones que necesita con la finalidad de efectuar una configuración perceptiva de la realidad que le permita abstraer las características del ambiente y de su propia situación.
El siguiente paso,basándose por un lado en la información obtenida mediante los procesos implícitos en el mecanismo perceptivo y, por otro lado, en los objetivos de la tarea propuesta, escoger una respuesta motora que se adapte a ambos requerimientos. Este proceso de elección de la respuesta, se conoce como mecanismo decisionaly en él el sujeto elige, de entre las diferentes opciones que tiene almacenadas en la memoria, laque Considera más apropiada para resolver el problema propuesto. Por último una vez escogida la respuesta se debe posibilitar su puesta en práctica, su aplicación real. Para ello se debe programar, ejecutar y regular la respuesta motriz concreta que se haya elegido, adaptándola, de forma constante, a las características del entorno. De todo ello se encarga el mecanismo efector.
La figura 1 esquematiza la actuación sucesiva de estos tres mecanismos.
Figura 1: Modelo simplificado del proceso de control motor.
1.2. Las capacidades físicas básicas como componentes del mecanismo de ejecución motriz.
Dentro de este último eslabón de la capacidad humana de generar acción motriz, se ha distinguido, de forma tradicional, entre un aporte cualitativoy un aporte cuantitativo.
La parte cualitativa de la ejecución motriz sería la responsable de la dirección y del control del movimiento. Por decirlo con otras palabras, daría las órdenes necesarias para su desarrollo.
Complementariamente, la parte cuantitativa del movimiento aportaría los componentes mecánicos y energéticos necesarios para el desarrollo de éste, en otras palabras, lo haría «materialmente» posible.
Las capacidades físicas básicas ocuparían, dentro de este modelo simplificado, el aspecto cuantitativo de la ejecución motriz, siendo las encargadas de posibilitar (mediante la generación de tensión muscular o el aporte de energía, por ejemplo) el cumplimiento de las órdenes dadas.
Imaginemos, para intentar clarificar este último punto, a un sujeto enfrentándose al levantamiento de un peso. Es más que posible que éste sujeto «sepa» realizar los movimientos necesarios para conseguir la finalidad prevista, es decir para levantar el peso. Así cualquier persona en condiciones normales, «sabe» agarrar el objeto a levantar y desplazarlo mediante la extensión coordinada de los diferentes segmentos corporales hasta la posición deseada.
Supongamos, pero, que se trate de un peso de tal magnitud que el sujeto, aun «sabiendo» como moverlo no «pueda» hacerlo. En este caso, atribuiremos a una falta de fuerza muscular la incapacidad del sujeto de conseguir la tarea propuesta. Es decir que lo que falla no es el aspecto cualitativo (saber hacer) del movimiento, sino el aspecto cuantitativo («poder hacer») de éste.
Pongamos otro ejemplo. La habilidad de correr es una habilidad alcanzada, desde muy temprana edad, por parte de los sujetos que no presentan algún tipo de minusvalías. Sin embargo, pocas personas son capaces de aguantar corriendo la distancia, por ejemplo, de una Maratón. Al igual que en el caso anterior, lo que falla aquí no es el saber ejecutar una habilidad, sino el tener la capacidad necesaria para ejecutarla dentro de unos requerimientos determinados.
A lo largo de este tema se describirán y analizarán las diferentes capacidades que, dentro del mecanismo de ejecución, constituyen su aspecto cuantitativo, es decir, se describirán las capacidades físicas básicas. Antes de iniciar éste análisis es importante efectuar una clasificación de estas capacidades que facilite su estudio y comprensión.
2. CLASIFICACIÓN DE LAS CAPACIDADES FÍSICAS BÁSICAS.
2.1. Breve repaso a algunos sistemas de clasificación de las capacidades físicas básicas.
Han sido varios los autores que se han propuesto efectuar una clasificación de las capacidades físicas básicas y del papel que estas juegan dentro de la motricidad humana.
Hegedus [1973], en Mora, [1989] distingue entre la técnica (que representaría el aspecto cualitativo del movimiento) y lo que él denomina como acondicionamiento físico básico, que incluye la fuerza, la velocidad y la resistencia.
En esta misma línea, Manno [1986] diferencia entre las capacidades coordinativas y las capacidades condicionales, dentro de las que incluye a la fuerza, la resistencia, la velocidad y la flexibilidad.
Igualmente Dassell y Haag [1975], en Mora op cit) diferencian entre la coordinación y 3 cualidades físicas (fuerza, velocidad y resistencia) entre las que se dan cualidades «mixtas» (fuerza explosiva, fuerza resistencia y resistencia en velocidad) tal y como se muestra en la figura 2.
Grosser et al (Grosser [1988]) efectúan por su parte una clasificación de la condición física dividida en’fuerza, rapidez, resistencia y movilidad, todas ellas con subdivisiones e influidas, en su conjunto, por diferentes aspectos como por ejemplo la edad, la «psique» o el momento del entrenamiento, tal y como se muestra en la figura 3.
Figura 3: El sistema de clasificación de Grosser [1989]
Bouchard ([1970], en Mora, por su parte añade una comparación entre las estructuras corporales y las cualidades que ellas generan, acercándose, a pesar de su antigüedad, a las tendencias más modernas ya que distinguen entre cualidades orgánicas (o responsables del aporte energético necesario para cualquier actividad) de tipo muscular (responsables de la producción de la tensión muscular) y «perceptivo-cinéticas» (en las que incluyen además de las coordinaciones, ºdeterminadas manifestaciones de la velocidad).
Por último, el propio Mora (op cit) propone un sistema de clasificación en el que, a partir de 3 sistemas iniciales (el sistema de movimiento encargado de la producción mecánica, el sistema de alimentación encargado del aporte energético y el sistema de dirección encargado de la coordinación del movimiento) se diferencian una serie de cualidades físicas. Así, la fuerza, la velocidad y la flexibilidad se originarían en el sistema de movimiento, mientras que la resistencia aeróbica y la anaeróbica provendrían del sistema de alimentaci4n,
De todos estos sistemas de clasificaciónpodemos extraer una serie de conclusiones comunes:
– Primeramente observamos que, en muchas de ellas, se mantienen como cualidades o capacidades físicas la fuerza, la resistencia, la velocidad y la flexibilidad.
– En segundo lugar, en algunas de estas clasificaciones se presenta la diferenciación entre el aspecto coordinativo (o cualitativo) y el condicional (ocuantitativo) del movimiento, estando las cuatro capacidades físicas básicas antes incluidas en el segundo, a excepción hecha de Bouchard, quien incluye a la velocidad dentro de las denominadas cualidades perceptivo-cinéticas.
– Por último, en algunos sistemas de clasificación como por ejemplo en el de Dassell y Haag, se puede encontrar la existencia de cualidades mixtas o producto de la «fusión» de dos capacidades básicas (de la fuerza y de la velocidad nace, por ejemplo, la fuerza rápida).
¿Qué sistema de clasificación utilizaremos para sistematizar este tema?
2.2. Propuesta de un sistema simplificado de clasificación de las capacidades físicas básicas aplicable a la edad escolar.
Teniendo en cuenta la etapa en la que se deberá aplicar este trabajo (la infancia y la preadolescencia), el entorno,en el cual se hará (la escuela, con la simplificación de objetivos y contenidos que éste entorno, en el campo del acondicionamiento físico conlleva) y las características de este trabajo, hemos optado por la adopción de un sistema simplificado de clasificación de las capacidades físicas básicas. Así, al igual que Manno consideraremos las capacidades condicionales divididas en 4 grandes bloques como son la fuerza, la velocidad, la resistencia y la flexibilidad, de las cuales nacerán diferentes subdivisiones.
La razón de ser principal de esta elección radica en su simplicidad y en la claridad, por sertérminos muy utilizados en el lenguaje cotidiano, de cara a su comprensión.
Somos conscientes de que en la actualidad se tiende hacia otros sistemas de clasificación (que agrupan, por un lado los mecanismos de aporte energético y por otro las propiedades contráctiles de los músculos para explicar las diferentes manifestaciones de la condición física) pero creemos que tales sistemas podrían generar mayores problemas de comprensión. Igualmente somos conscientes de que, en el sistema escogido, se hace difícil de delimitar claramente donde empieza una cualidad y dónde la otra (fuerza-resistencia, fuerza-velocidad,…). Es decir que somos conscientes de que la diferenciación en 4 cualidades físicas básicas, no responde completamente a unos criterios reales y objetivos, sino a unos criterios simplificadores.
Con todo, creemos que dadas las condiciones de aplicación y las características de este trabajo, nos hallamos frente a un sistema de clasificacióbn óptimo. Óptimo en tanto en cuanto recoge las diferentes expresiones del acondicionamiento físico y lo hace de una forma suficientemente clara y explícita.
3. LAS CAPACIDADES FÍSICAS BÁSICAS: DESCRIPCIÓN, EVOLUCIÓN Y FACTORES CONDICIONANTES
3.1. La Fuerza.
3.1.1. Concepto. La fuerza
Por fuerza entendemos aquella capacidad de los músculos de producir una tensión con el fin de vencer una resistencia externa.
3.1.2. Bases biológicas: la contracción muscular.
Los músculos son capaces de desarrollar tensión porque son capaces de contraerse, de disminuir su tamaño, como respuesta a la excitación nerviosa.
Así, cuando un músculo se contrae, tira de las palancas óseas a las que está fijado y, si es capaz de vencer la resistencia a la que se le somete, genera movimiento.
La capacidad contráctilde los músculos radica en su estructura fibrilar. La fibra musculares la célula básica del tejido muscular. De esta forma, un músculo está compuesto por «paquetes» de fibras musculares (los fascículos). A su vez, las fibras musculares están compuestas por multitud de miofibrillas son la base estructural del músculo
Estas miofibrillas están, básicamente formadas, por unas proteínas contráctiles que reciben el nombre de actina y miosina, de tal forma que las moléculas de miosina sirven de «puente» o de unión a las moléculas de actina.
Cuando llega al músculo la excitación nerviosa, se producen una serie de cambios bioquímicos cuyo resultado final es el acercamiento de las moléculas de actina, aprovechando para ello el puente que les supone la presencia de moléculas de miosina. Cuando este acercamiento se da de forma generalizada en la masa muscular, el músculo disminuye su tamaño, se contrae, provocando, si es capaz de superar la resistencia a la que se opone, el movimiento de las palancas óseas a las que está conectado.
Este proceso de acercamientoentre moléculas de actina se denomina contraccióny es seguido por la relajación, que se produce al desaparecer la estimulación nerviosa y que consiste en el alejamiento de estas moléculas, para devolver así el músculo a su tamaño y estado inicial.
Ambos procesos, contracción y relajación, requieren para su desarrollo un aporte de energía, que les suministrará, tal y como se explicará mas adelante, un compuesto denominado ATP.
El acercamiento entre moléculas de acuna responde a la ley fisiológica del «todo o nada». Esto quiere decir que las moléculas o se acercan o no se acercan, pero si lo hacen, lo hacen siempre de. la misma forma, con la misma magnitud, no existiendo término medio.
Sin embargo, no siempre que un músculo se contrae lo hace con la misma intensidad, sino que somos capaces de regular la fuerza que desarrollamos ¿cómo es esto posible? La posibilidad de control del nivel de fuerza ejercida radica en la posibilidad de controlar el número de fibras musculares que se contraen, de tal forma que, a mayor número de fibras contraídas, superior nivel defuerza ejercido. /íiftSlSStSilS
En efecto las neuronas encargadas de conducir la excitación hasta los diferentes grupos musculares (motoneuronas alfa) se van ramificando de tal forma que cada pequeña terminación nerviosa es la encargada de inervar, de portar la señal el´éctrica, a un número determinado de fibras musculares. A la terminación nerviosa y el conjunto de fibras musculares que inervase le denomina «unidad motora». Así, todas las fibras pertenecientes a una misma unidad motora se contraerán o relajarán «de forma simultanea, dado que su inervación es común. A la unión entre la terminación nerviosa y la fibra muscular se la conoce como placa motora, siendo el lugar en el que se produce la última sinapsis, es decir la última unión, en este caso entre la fibra nerviosa y la fibra muscular.
Así, si necesitamos ejercer altos niveles de fuerza, reclutaremos un gran número de unidades motoras a la vez, mientras que si el nivel de fuerza que precisamos es bajo, utilizaremos pocas unidades motoras de forma simultanea.
Dentro del músculo hallamos también componentes que no poseen la capacidad de contraerse, las denominadas estructuras no contráctiles, por ejemplo, los tendones (encargados de transmitir la tensión desarrollada a las palancas óseas) o los múltiples velos que recubren las diferentes estructuras musculares (endomisio, perimisio…).
Tampoco todas las fibras musculares son del mismo tipo. Así, se distinguen dos grandes tipos de fibras musculares: las fibras lentas (también denominadas rojas, tipo I o ST) y las fibras rápidas (conocidas también como blancas, tipo II o FT).
Las primeras, están altamente vascularizadas y se caracterizan por su alto contenido en mioglobina y por la gran cantidad de mitocondrias que contienen. La velocidad de contracción que pueden desarrollar es baja pero su fatigabilidad también lo es. Todos estos factores determinan que las fibras de tipo I sean las encargadas de dar respuesta a trabajos poco intensos pero de larga duración, característicos, como veremos más adelante, de regímenes aeróbicos de aporte de energía.
Dentro del segundo tipo de fibras se distingue asu vez entre las fibras tipo IIa y las Ilb. Las fibras lIb representan el tipo antagónico a las fibras de tipo I. Así están muy pobremente vascularizadas, su contenido en mioglobina es muy bajo y presentan altos niveles dé concentración del enzima ATPasa. Todo esto conlleva que la repuesta contráctil de este tipo de fibras sea muy rápida pero de alta fatigabilidad, es decir que dan respuesta a trabajos muy intensos pero cortos, característicos de los regímenes anaeróbicos de aporte energético. Las fibras lIa, igualmente englobadas dentro de las fibras rápidas, representan, un eslabón intermedió entre las fibras I ylas fibras IIb.
Estos tipos de fibras están presentes, en diferentes proporciones, en todos los músculos, existiendo un predominio de uno u otro tipo que varía según el individuo y según el grupo muscular. Así existen determinados grupos musculares con mayor presencia de fibras rápidas (musculatura denominada «fásica») que se caracterizan por ser capaces de desarrollar altas velocidades de contracción. Por contra, otros grupos musculares (los denominados «tónicos») presentan porcentajes muy reducidos de fibras rápidas y, por lo tantoun gran predominio de fibras lentas. Estos músculos se caracterizan por ser capaces de mantener estados de contracción durante largos períodos de tiempo, aunque la velocidad que son capaces de desarrollar no sea muy elevada.
Igualmente se ha comprobado que el porcentaje de fibras rápidas/lentas varía según los individuos. De esta forma, un sujeto con mayor capacidad relativa de fibras rápidas se caracterizará por destacar en aquellas tareas en las que la fuerza rápida, la potencia o la velocidad sean requeridas. Por el contrario, los sujetos con predominio relativo de fibras lentas, se caracterizaran por ser capaces de mantener esfuerzos durante largos períodos de tiempo, no estando excesivamente predispuestos a efectuar contracciones rápidas y potentes.
Aunque existen importantes discusiones sobre la capacidad de transformación, debida al entrenamiento fisico, de un tipo de fibras a otro, parece comprobado que el paso de fibras rápidas a lentas es relativamente fácil, mientras que el inverso, la transformación de fibras lentas en rápidas, es mucho más complejo, incluso, para muchos autores, imposible.
3.1.3. Tipos de Fuerza
Podemos clasificar la fuerza según el tipo de contracción muscular generado y según la resistencia que se supera.
- a) Según la contracción muscular:
Se distinguen, según el músculo sea capaz o no de superar la resistencia a la que se le somete, dos tipos de contracción muscular, la isométrica y la isotónica. Se da una contracción isométrica cuando el músculo no es capaz de superar la resistencia que se le ofrece, no generando, por tanto, movimiento.
En este tipo de contracción las partes contráctiles del músculo se ven acortadas, mientras que las no contráctiles se ven estiradas.
En la contracción isotónica el músculo sí que es capaz de vencer la resistencia generándose, por tanto, movimiento.
Dentro de la contracción isotónica podemos distinguir, a su vez, entre la contracción concéntrica y contracción excéntrica. Por contracción concéntrica entendemos aquella en la que todo el trabajo del músculo se traduce en un acortamiento de su tamaño. Este tipo de contracción se da, por ejemplo, cuando se levanta un objeto.
Hablamos de contracción excéntrica cuando todo el trabajodel músculo se destina a resistir su alargamiento. Por ejemplo, imaginemos que, estando con el antebrazo flexionado sobre el brazo nos cargan en las manos un peso superior al que somos capaces de sostener. Aunque todo el trabajo de la musculatura flexora se traducirá en un intento por frenar su alargamiento, éste, dado que el peso que se soporta supera las posibilidades del músculo, se producirá igualmente. Es decir que, aunque el músculo trabaje para acortarse el resultado final será su alargamiento, producido por la existencia de una resistencia muy alta.
Vemos pues que esta primera clasificación de la fuerza atendiendo al tipo de contracción muscular, se puede resumir atendiendo únicamente a la relación entre la fuerza que puede generar el músculo y la resistencia que se pretende vencer. Si la fuerza muscular es superior a la resistencia ofrecida nos hallaremos frente a una contracción isotónica concéntrica. Si ambas son iguales tendremos una contracción isométrica. Por último, si la resistencia ofrecida es superior a la fuerza generada, nos hallaremos frente a una contracción isotónica excéntrica.
- b) Según la resistencia superada:
Dentro de las contracciones isotónicas concéntricas podemos distinguir, según la magnitud de la resistencia superada (y siempre teniendo en cuenta que el músculo va a ser capaz de superarla) y la velocidad o duración del trabajo, entre tres grandes tipos elementales de fuerza: la fuerza máxima, la fuerza rápida y la fuerza resistencia.
Hablamos de fuerza máxima cuando un grupo muscular supera una resistencia máxima para sus posibilidades, es decir, cuando nos acercamos a la máxima resistencia que un músculo es capaz de superar. Un ejemplo de actividad deportiva donde se utiliza la fuerza máxima lo constituye la halterofilia.
Hablamos de fuerza rápida cuando un grupo muscular supera una resistencia no máxima haciéndolo a alta velocidad. El lanzamiento de peso, la carrera de velocidad o el salto, son ejemplos de actividades donde se emplea la fuerza rápida.
Por último, la fuerzaresistencia se da en aquellas actividades en las que, una resistencia leve, se vence durante un largo período de tiempo. El remo es un buen ejemplo de actividad deportiva donde se usa la fuerza resistencia.
Esta últimaclasificación admite la existencia de diversas subdivisiones y matizaciones que, en aras a una superior simplificación, no recogeremos en estas líneas.
3.1.4. Factores condicionantes de la fuerza
Podemos distinguir, siguiendo a Cometti tres grandes grupos de factores condicionantes del nivel de fuerza muscular: los factores estructurales (o los relativos a la propia composición del músculo), los factores nerviosos ( que son los que hacen relación a la utilización de las unidades motrices) y los factores ligados al estiramiento muscular (los cuales potencian, en determinadassituaciones, la contracción muscular).
- a) Factores estructurales:
Dentro de los factores estructurales distinguiremos, básicamente entre la hipertrofia muscular y el tipo de fibras.
Por hipertrofiaentendemos, literalmente, el aumento de volumen que sufren los músculos como consecuencia de un entrenamiento adecuado. Este aumento de volumen (otros autores hablan de aumento de la sección transversal del músculo) se produce por la contribución de varios aspectos como el aumento del número y de la talla de miofibrillas, el aumento de la cantidad de tejido conjuntivo (colágeno y otros tejidos; musculares no contráctiles) y el aumento en la vascularización del grupo muscular. Otros autores hablan también de un aumento en el número de fibras musculares aunque, sobre este aspecto, existe una ya clásica controversia dado que, en opinión de otros expertos, no se puede aumentar, con el entrenamiento, el número de fibras musculares en los humanos.
La influencia positiva del aumento de la sección transversal sobre la fuerza que el músculo es capaz de generar es un hecho admitido desde hace ya mucho tiempo.
En relación al predominio relativo de uno u otro tipo de fibras musculares, nos remitimos al apartado 3.1.2. de éste mismo tema. Simplemente afirmaremos que a mayor proporción de fibras rápidas el individuo será capaz de desarrollar niveles superiores de fuerza, tanto máxima como rápida, mientras que si el predominio es de fibras lentas, el sujeto se caracterizará por una alta resistencia al esfuerzo.
- b) Factores nerviosos:
Los factores nerviosos son también muy importantes a la hora de condicionar la fuerza muscular.¿Qué pruebas tenemos de la contribución de los factores nerviosos en el aumento del nivel de fuerza?. Se ha comprobado que un sujeto sometido a un entrenamiento adecuado de fuerza aumenta sus niveles de rendimiento en esta cualidad sin que se haya producido ningún cambio estructural en su musculatura. Es decir que, en las primeras fases del entrenamiento, donde se da un aumento del nivel de fuerza sin que se de ningún cambio estructural en el músculo, debemos buscar las causas de tal mejora en otro tipo de factores. Estos factores serán los factores nerviosos.
Así pues, y siempre de acuerdo con Comettí distinguimos dentro de los factores nerviosos que condicionan la fuerza muscular, entre el reclutamiento de unidades motoras, la sincronización de éstas y el aumento de la coordinación intermuscular.
La mejora en el reclutamiento defibras significa que un sujeto es capaz, para aumentar su nivel de fuerza, de conseguir aumentar el número de unidades motoras que actúan. Este aumento se da básicamente mediante dos mecanismos: la sumación espacial y la sumación temporal. El primero consiste en que se recluta, en un mismo espacio de tiempo, un mayor número de unidades motoras. El segundo, consiste en que, cada unidad motora se recluta con más frecuencia, es decir, en un número más elevado de veces por cada unidad de tiempo.
El aumento de la sincronización expresa el hecho de que, fruto del entrenamiento, aumenta el número de unidades motoras que trabajan de forma sincronizada, es decir en un mismo espacio de tiempo.
Por último él aumento de la coordinación intermuscular quiere decir que, con la práctica y el entrenamiento, el funcionamiento de los diferentes músculos implicados en la acción (agonistas, sinergistas y antagonistas) se hace más coordinado, mejorando de esta forma el nivel de prestación.
- c) Factores ligados al estiramiento:
Se ha comprobado que en los trabajos en los que él músculo es estirado de forma previa a la contracción el rendimiento se ve, bajo determinadas condiciones de ejecución, mejorado. Es decir que un músculo sometido a un pre-estiramíento responde, en su contracción, con niveles superiores de fuerza. Por ejemplo, a la hora de efectuar un salto vertical a pies juntos (sin carrera de impulso previa) el rendimiento se mejora si, antes de saltar el sujeto efectúa una rápida y no excesivamente profunda flexión de sus rodillas (de hecho la forma «natural» o «intuitiva” de efectuar un salto máximo incluye una leve flexión de rodillas de forma previa a su extensión). Este hecho es el que lleva a diversos autores, como Cometti, a hablar de un tercer grupo de factores que influyen sobre la fuerza, englobados bajo el término factores ligados al estiramiento. Dentro de este grupo hallamos la actuación del reflejo miotático y la propia elasticidad muscular.
El reflejo miotático es la respuesta automática e involuntaria de un músculo como respuesta a su estiramiento. Esta respuesta se da en forma de contracción. Dicho con otras palabras, un músculo sometido a un estiramiento brusco responde, de forma refleja, con su contracción. De esta forma,la contracción refleja se sumaría a la contracción voluntariamente efectuada por el sujeto, y el resultado de esta sumación sería la generación de unos niveles superiores de fuerza.
Igualmente en el músculo existen determinados elementos con propiedades elásticas y que, por tanto, son capaces de, frente a su estiramiento, responder con una contracción o reducción de .su tamaño. Estos elementos son los tendones (fracción pasiva de la elasticidad muscular) y los puentes actina-miosina, es decir los puntos de unión entre las moléculas de las proteínas constituyentes de las miofibrillas, que representarían la fracción activade la elasticidad muscular.
3.1.5. Evolución de la fuerza con la edad.
Tal y como se ha comentado en el punto anterior, la fuerza depende de múltiples factores (estructurales, nerviosos,…) por lo que su desarrollo con la edad va a depender de la evolución de estos.
A continuación repasaremos algunos de los factores ligados al crecimiento que tienen influencia en el desarrollo de esta cualidad.
- – Aumento de la masa muscular: Existe un acuerdo total en afirmar que se da una correlación entre el aumento de la masa muscular, producto del crecimiento, y la mejora de los niveles de fuerza. Esto es lógico si se tiene en cuenta lo que se ha afirmado en el punto anterior relativo a la relación existente entre la fuerza y el volumen (sección transversal) del músculo.
- – Mejora de la coordinación motora: Para muchos autores, la mejora de la fuerza en la edad infantil tiene una alta correlación con el desarrollo de los factores coordinativos, ya comentados anteriormente.
- – Influencia de las hormonas: Aunque sobre este asunto se presentan discusiones, parece claro el importante papelde la secreción de determinadas hormonas (testosterona,…) en relación al aumento de la fuerza. Así, en los chicos coincide el aumento de la secreción de hormonas sexuales masculinas (pubertad) con el mayor aumento de esta cualidad, mientras que en las chicas se constata un nivel inferior de rendimiento debido, justamente, a las diferencias hormonales en relación al sexo masculino.
- – Efectividad de las palancas: Durante el crecimiento, los huesos crecen de forma previa a los músculos, que lo hacen después. Esto implica una menor efectividad de las palancas motoras, ya que las inserciones musculares en los huesos, se hallan desplazadas hacia el punto medio de éstos. Este aspecto podría explicar en parte el bajo rendimiento de fuerza en edades infantiles. Además, para varios autores, este desajuste entre el crecimiento óseo y el muscular puede comportar, en caso de trabajos musculares intensos, la aparición de lesiones en las inserciones tendinosas, aunque sobre este punto no exista un acuerdo total.
Al analizar la evolución con la edad de diferentes manifestaciones de la fuerza;(Malina [1991]) podemos comprobar como, en términos generales, los sujetos de ambos sexos experimentan una mejora paralela, siempre ligeramente superior en los niños, hasta, aproximadamente los 12 o 13 años, momento en el cual, los chicos mejoran notablemente sus niveles de fuerza mientras que las chicas se estancan e incluso disminuyen.
3.2. La Resistencia.
3.2.1. Concepto de resistencia
Por resistencia entendemosla capacidad que tiene el organismo de soportar cargas de trabajo de duración prolongada.
3.2.2. Bases biológicas: las vías de aporte energético.
El organismo es capaz de soportar cargas de trabajo porque tiene unos mecanismos de aporte energético que le proporcionan la energía que necesita para llevarlas a cabo.
La «moneda energética» de nuestro organismo es un compuesto que se conoce con el nombre de ATP (Adenosin Tri Fosfato). En tanto en cuanto dispongamos de este compuesto, dispondremos de energía para realizar trabajo.
La pregunta es ¿Cómo puede nuestro organismo obtener este compuesto?. Se sabe que no se puede ingerir, que no se puede obtener directamente del exterior, siendo, por tanto, necesario sintetizarlo en el interior de la célula muscular.
Dentro de los complejos mecanismos de obtención y uso del ATP hablaremos, simplemente, de los tres más usados, tanto en la vida cotidiana como en la actividad físico deportiva infantil y juvenil. Estos tres mecanismos de obtención del ATP («vías de aporte energético») provienen de la degradación de los azúcaresingeridos en la alimentación.
La primera vía de aporte energético es aquella que aprovecha las reservas que, en la célula muscular existen de este compuesto. Estas reservas de ATP son limitadas y, en pocos segundos, se agotan. Lo que ocurre es que en el músculo existen también unas reservas de otro compuesto, la fosfo creatina (CP), que mediante unas reacciones bioquímicas contribuye a formar de nuevo ATP, con lo que la posibilidad de obtención de energía por esta vía se alarga unos segundos más. La segunda forma que tiene el organismo para obtener ATP (siempre ciñéndonos al metabolismo de los glúcidos) implica a toda una serie de complejas reacciones bioquímicas que se desarrollan mayoritariamente en la mitocondria de las células musculares (y entre las que cabe destacar el cIclo de Krebbs), cuya función es la transformación la glucosa en ATP.
De esta cadena de reacciones salen como productos el ATP (36 unidades de ATP por cada unidad de glucosa) el anhídrido carbónico (CO2) y el agua (H2O). Como vemos, se trata de una vía de obtención de energía muy interesante para el organismo ya que, por un lado es altamente «rentable» (por cada unidad de glucosa obtenemos 36 de ATP) y, por otro lado, los residuos que produce son absolutamente inofensivos para el organismo y muy fáciles de eliminar. Por todas estas razones será la vía prioritaria de obtención de energía para la inmensa mayoría de acciones que, cotidianamente, desarrollemos. De todas formas esta vía necesita el aporte de oxígeno, O2, para poder realizar sus reacciones, ya que, sin el, éstas son del todo imposibles.
En este sentido, debemos tener en cuenta que la capacidad de nuestro organismo para introducir oxígeno desde el exterior hasta las células musculares está limitada por numerosos factores (capacidad pulmonar, capacidad de absorción de oxígeno…) lo que hace que no seamos siempre capaces de introducir en ellas todo el oxígeno que necesitaríamos para obtener energía por esta vía.
¿Qué ocurre cuando necesitamos más energía de la que somos capaces de fabricar gracias a esta vía?¿Como obtenemos esta energía “extra”?
Para casos de «emergencia”, el organismo dispone de una tercera vía de aporte energético. En ella no es necesaria la presencia de oxígeno para pasar desde el ácido pirúvico hasta el ATOP pero, a diferencia de la anterior, por cada unidad de glucosa solo se obtienen tres de ATP y, además, la cadena de reacciones bioquímicas genera la producción de un residuo, el ácido láctico, que dificulta el funcionamiento muscular y acarréa toda una serie de inconvenientes al organismo. Esta vía, mucho menos rentable que la aeróbica y generadora de residuos molestos, sólo se usará para obtener aquella energía suplementaria que el organismo no pueda obtener por la vía anterior.
¿Que nombre reciben estas tres vías?
Como se ha visto uno de los factores claves en su diferenciación es la necesidad de oxígeno para obtener ATP. Cuando una vía necesita oxígeno para obtener ATP, se la conoce con el nombre de Aeróbica, cuando no lo necesita se la denomina anaeróbica. Así, las víasprimera y tercera, al no necesitar el aporte de oxígeno para la fabricación de ATP, se denominan anaeróbicas mientras que la vía segunda, que sí lo precisa, se llamará aeróbica. Para diferenciar las vías primera y tercera, ambas anaeróbicas, se recurre a la existencia o no del ácido láctico como producto de desecho de las reacciones. Por este motivo, la vía tercera, que produce ácido láctico, se llamará anaeróbica láctica, mientras que la primera, que no da como resultado la obtención de este producto, recibirá el nombre de anaeróbica aláctica. La figura 11 recoge, de forma esquemática, la actuación de estas tres vías de aporte energético.
¿En qué tipo de actividades se utilizará, de forma prioritaria, cada una de las tres vías?
La via anaeróbica aláctica, como se ha dicho, aprovecha las reservas celulares de ATP y de CP. Dado que estas reservas son limitadas, esta vía de aporte energético durará muy poco tiempo. Podemos hablar de una duración que oscila entre los 10 y los 30 segundos de actividad. Por tanto esta vía suministrará energía, fundamentalmente, en aquellas actividades de muy corta duración y alta intensidad de ejecución (en caso de actividades muy cortas pero también muy poco intensas no se utilizará, ya que la poca intensidad de la actividad permitirá la utilización de la vía aeróbica).
La vía aeróbica es la que se utilizará siempre que, mediante el aporte de oxígeno, seamos capaces de producir toda la energía que necesitemos. Dado que, como se ha comentado anteriormente, nuestra capacidad de introducir oxígeno en nuestras células es limitada, esta vía se utilizará en aquellas actividades de intensidad media o suave y de larga duración.
Por último la vía anaeróbica láctica se utilizará en aquellos casos en los que necesitemos más energía de la que somos capaces de producir por la vía aeróbica, complementando de alguna manera, el aporte de ésta. Así pues se utilizará en actividades de intensidad alta (no máxima) y de duración media (entre los 30 segundos y los dos minutos aproximadamente). Como podemos suponer, en la mayoría de los casos se dará un aporte combinado de varias vías energéticas, es decir que la energía total utilizada, provendrá de más de una fuente o vía de aporte energético.
3.2.3. Tipos de resistencia
Según la utilización mayoritaria de una u otra vía de aporte energético en una determinada tarea podremos hablar de dos tipos fundamentales de resistencia, la resistencia aeróbica, (cuando la vía mayoritaria sea la aeróbica), y la resistencia anaeróbica (cuando lo sea la anaeróbica láctica).
El tipo de tareas que demandan la utilización de la vía anaeróbica aláctica, no suelen clasificarse dentro de las tareas de resistencia sino, por su corta duración y alta intensidad; dentro de las tareas de velocidad o fuerza.
Así la resistencia aeróbica se caracteriza por dar soporte a trabajos de intensidad media o baja pero de prolongada duración. Por contra, la resistencia anaeróbica se utiliza en tareas de intensidad media o alta pero de corta duración (menos de dos minutos)
La tabla 1 muestra, resumidas, las características fundamentales de ambos tipos de resistencia.
3.2.4. Factores condicionantes y evolución de la resistencia con la edad
Es un hecho constatado (más adelante insistiremos en ello) que la resistencia aumenta, de forma más o menos constante, a lo largo de la infancia y de la adolescencia.
En este apartado repasaremos algunos de los factores de los que depende esta capacidad física a la vez que analizaremos cual es la evolución de éstos a lo largo de la infancia y adolescencia, intentando con ello establecer algunos paralelismos entre la evolución de la capacidad y la de sus factores condicionantes.
Uno de los parámetros más utilizado para explicar el rendimiento en tareas de resistencia es la capacidad de absorción de oxígeno o VO2Max. Este parámetro mide la cantidad máxima de oxígeno que un individuo puede obtener del medio ambiente. Puede expresarse en valores absolutos, es decir en mililitros de oxígeno absorbidos por unidad de tiempo (normalmente por minuto), o en valores relativos al peso corporal, es decir en mililitros de oxígeno absorbidos por unidad de tiempo y kilogramo del peso corporal. Si recordamos que, para utilizar la vía aeróbica, es absolutamente necesario aportar oxígeno a las células musculares, nos será fácil entender la relación existente entre esta capacidad y los índices de absorción de oxígeno.
¿Cómo evoluciona la capacidad de absorción de oxígeno con la edad? Si analizamos la evolución de la VO2Max absoluta con la edad, vejemos que ésta aumenta de forma constante con el paso del tiempo durante la infancia y la adolescencia. Sin embargo, al observar la evolución del V02Max relativa al peso corporal vemos que sus valores permanecen, a lo largo del crecimiento, estables y constantes, por lo que, a primera vista podemos pensar que la evolución de este parámetro no puede explicar, por sí solo, la mejora de la resistencia durante la infancia.
Al igual que la absorción de oxígeno, la función cardiaca es uno de los puntos clave para explicar el rendimiento en las pruebas de resistencia. La evolución de este órgano con la edad aporta algunos datos de interés. Así, si bien el tamaño del corazón aumenta con la edad, la relación entre su volumen y el peso total del cuerpo ( ratio volumen cardiaco/peso corporal) se mantiene prácticamente constante a lo largo de la infancia y la adolescencia. De esto podemos deducir que el aumento del tamaño del corazón no contribuye a explicar la mejora de la resistencia durante la etapa de crecimiento.
En cambio podemos comprobar que la frecuencia cardíaca (número de latidos (o pulsaciones) del corazón por minuto, en adelante ppm) desciende de forma prácticamente constante en estas edades: pasa de unos valores medios de unas 80 ppm a los 6 años, a unas 70 ppm a los 10 años y, alrededor de 60 ppm en adultos jóvenes. Paralelamente, el volumen de eyección de sangre del ventrículo izquierdo del corazón (es decir el volumen total de sangre que expulsamos, de nuestro corazón en cada latido de éste) aumenta de forma considerable con la edad. De todo ello podemos deducir que, si bien el tamaño relativo del corazón no aumenta con la edad, si que lo hace su efectividad, lo que podría ser un factor explicativo de la mejora de la resistencia aeróbica durante la infancia y adolescencia.
Igualmente, la función pulmonar se relaciona de forma muy consistente con la resistencia. Durante el crecimiento la función ventilatoria aumenta de forma gradual aunque, si se relaciona con la masa corporal, se mantiene en valores más o menos constantes (Marcos [1989]). Igualmente aumentan en esta etapa las diferentes manifestaciones de la capacidad pulmonar, aunque éstas parecen guardar más relación con el aumento de talla de los sujetos que con la propia edad de éstos (Malina op cit).
Uno de los factores más utilizados en la actualidad para explicar el rendimiento en pruebas de resistencia aeróbica es la denominada eficiencia energética. Podemos afirmar que, suponiendo a dos individuos de peso semejante, uno tendrá una superior eficiencia energética en la realización de una determinada actividad si, en la ejecución de ésta, consume menos energía que el otro sujeto. Dicho con otras palabras, la eficiencia energética daría muestra de lo que, a cada sujeto le «cuesta»(energéticamente) efectuar una actividad determinada. Lógicamente, a mayor eficiencia energética, menor gasto energético y, por consiguiente, mejor rendimiento en las tareas de resistencia. Es importante recalcar que la eficiencia energética se refiere al uso de una habilidad en concreto y que no parece fácil poder extrapolarla al uso de otras habilidades: un sujeto puede tener mucha eficiencia energética al usar la carrera y muy poca al usar, por ejemplo, la natación. Parece claro que la mejora de la eficiencia energética está muy ligada a la práctica y al entrenamiento (Barbany) así como a la edad (Malina op cit) por lo que podríamos hallarnos frente a uno de los aspectos que permitan explicar, en parte, la mejora de la capacidad de resistencia durante el crecimiento: la ejecución de las habilidades (marcha, carrera,…) cada vez, al aumentar su eficiencia energética, sería menos costosa, en términos energéticos, para los niños y niñas, por lo que se podría aumentar tanto el tiempo de actividad como la intensidad de esta.
Sea como sea, la evolución de los resultados en pruebas de resistencia a lo largo de la edad escolar comienza sobre los 8 o 9 años con un aumento significativo en su rendimiento. Este aumento es paralelo en niños y en niñas, aunque los primeros muestran, por término medio, un nivel ligeramente superior a las segundas.
Según algunos autores, se produce, hacia los 11 años de edad (un poco antes en las niñas), un relativo estancamiento de esta cualidad, más patente en los sujetos entrenados que en los no entrenados. Tras esta pausa y hasta los 13 años aproximadamente se sigue mejorando esta cualidad de forma paralela en chicos y chicas. A partir de esta edad, y a tenor de los resultados experimentales de numerosas pruebas, se comprueba que los chicos sufren un gran aumento de esta cualidad mientras que las chicas no sólo no la aumentan significativamente, sino que, en muchos casos se estancan o incluso sufren un descenso en su nivel de resistencia. Las causas posibles de este hecho cabe buscarlas no solo en aspectos fisiológicos y hormonales (aumento del peso graso en las chicas a partir de la pubertad, menor masa muscular,…) sino también en causas culturales y sociales como por ejemplo el escaso nivel de práctica de actividades físico-deportivas entre la población femenina adolescente.
3.3. La Flexibilidad
3.3.1. Concepto de flexibilidad
Por flexibilidad entendemos la capacidad de una articulación o grupo de articulaciones de efectuar gestos que impliquen una gran amplitud de movimiento.
3.3.2. Componentes de la flexibilidad
Que una articulación tenga uno u otro grado de movilidad depende, en términos generales, de factores ligados a la propia articulación y de factores ligados a los músculos que la rodean e inciden sobre ella.
Así, determinados autores hablan de dos componentes básicos, interrelacionados pero diferenciados, de la .flexibilidad, como son la movilidad articular, entendida como la capacidad especifica de una articulación de alcanzar uno u otro grado de movimiento, y la elongación muscular entendida como la capacidad de los músculos de responder, estirándose, a las tracciones a las que son sometidos.
3.3.3. Bases neurómusculares.
Centrándonos en la elongación muscular, existen una serie de mecanismos neuromusculares que pueden facilitar o dificultar el estiramiento de un músculo.
De ellos, numerosos y complejos, vamos a fijarnos solo en uno, quizás el de mayor influencia, que es la actuación de los husos musculares en el reflejo miotático.
Este órgano nervioso esta presente, en diferentes proporciones, en la totalidad de nuestra musculatura estriada, y está situado de forma paralela a las fibras musculares, a las que está adherido.
Esta disposición ocasiona que, si una fibra muscular se ve estirada, el huso también se estirará. Estos órganos son sensibles al estiramiento muscular.
Cuando el músculo se ve estirado de forma brusca y súbita, el huso muscular, al estirarse, se excita y envía, vía aferente, esta excitación a la médula espinal. De forma refleja, este estímulo de estiramiento provoca una respuesta en forma de contracción muscular.
Fijémonos por tanto que un estiramiento muscular brusco tiene como respuesta refleja (y por tanto involuntaria y automática) la contracción de este grupo muscular.
Si analizamos las metodologías tradicionales de estiramiento, basadas en repetidos y bruscos «tirones» sobre el músculo, veremos que lo que en realidad provocan es, por vía refleja, la contracción del músculo qué pretenden estirar ( amén de otros problemas secundarios como las «microrroturas» fibrilares,…).
De esta forma, parte de las nuevas metodologías de estiramiento pretenden eliminar la estimulación del huso muscular, para así conseguir hacer más efectivo el estiramiento. Antes de acabar este apartado es importante comentar que se ha dado una visión muy simplificada de la base neuromuscular: de los estiramientos, que incluye otros muchos efectos musculares (inervación recíproca, actuación de los órganos tendinosos de Golgi,…) que la hacen mucho más compleja.
3.3.4. Factores condicionantes de la flexibilidad
Podemos hablar de unos factores propios del individuo y de otros externos a el.
- a) Factores propios del individuo:
– Conformación articular: La forma y disposición de las superficies óseas que componen la articulación limitan, en gran medida. Las posibilidades de movimiento de esta.
– Estado de los tejidos para-articulares: la articulación está rodeada por una serie de estructuras con diversas funciones (como la cápsula articular, la membrana sinovial o los ligamentos) que tienen una influencia importante en las posibilidades de movimiento de ésta.
– Contacto con partes blandas: Las posibilidades de movimiento de una articulación pueden verse limitadas por el contacto de las palancas óseas que unen, con diferentes partes blandas del cuerpo.
– Edad: Tal y como se comentará más adelante, la edad influye, decisivamente, en la flexibilidad, de tal forma que, de forma generalizada, podemos afirmar que a mayor edad menor flexibilidad.
– Sexo: La mujer tiene, usualmente mayor nivel de flexibilidad.
– Estado de la musculatura: Las características y estado de los grupos musculares que influyen sobre una articulación tienen una gran influencia sobre las posibilidades de movimiento de ésta.
– Estado emocional: Los estados de tensión emocional, al incidir sobre el grado de contracción muscular, afectan a la flexibilidad.
– Fatiga: La fatiga disminuye ostensiblemente las posibilidades de movimiento articular y de elongación muscular.
- b) Factores externos al individuo.Podemos distinguir, entre otros:
– Hora del día: En términos generales, las primeras y últimas horas del día son las menos favorables para el desarrollo de esta cualidad, aunque este hecho puede verse alterado por la costumbre de practicar actividad física a estas horas.
– Temperatura:En principio, las temperaturas bajas dificultan la flexibilidad, que va mejorando con el aumento de temperatura, hasta un punto crítico, a partir del cual, la cualidad se ve empeorada.
– Humedad:Al igual que el caso anterior, un exceso de humedad ambiental dificulta la ejecución de tareas que impliquen a la flexibilidad, que mejora con la disminución de ésta, hasta un punto crítico, a partir del cual se empeora.
De todos estos aspectos, vemos que hay algunos sobre los que se puede incidir fácilmente con el entrenamiento y otros sobre los que, o no se puede, o, si se puede, es con medios complejos y sofisticados.
3.3.5. Evolución de la flexibilidad con la edad.
A diferencia de las otras cualidades físicas, la flexibilidad es una cualidad recesiva, es decir que se va perdiendo conforme avanza la edad. Así los niveles máximos de esta cualidad se dan en los primeros años de vida (poco después del nacimiento para algunos autores, sobre los 8-9 años para otros).
Durante las fases de crecimiento acelerado se suele dar el período más critico de rendimiento en esta cualidad dado, entre otros factores, que el hueso crece de forma previa al músculo, con lo queeste se ve «empequeñecido» dificultando así la amplitud de los movimientos. Así, se habla del período comprendido entre los 11 y los 14 años como la fase crítica de la flexibilidad.
Sea como fuere, en cualquier etapa de la vida, las mujeres muestran, por término medio, niveles de flexibilidad sensiblemente superiores a los de los hombres.
3.4. La Velocidad.
3.4.1. Concepto de velocidad
Llamamos velocidad a aquella capacidad que nos permite realizar una acción determinada en el mínimo tiempo posible.
3.4.2. Tipos de velocidad
Aunque muy interrelacionados entre si, podemos distinguir tres tipos diferentes de velocidad: la velocidad de reacción, la velocidad acíclica y ala velocidad cíclica.
La velocidadde reacción es aquella que permite acortar el tiempo que transcurre entre la presentación de un estímulo y el inicio de la respuesta motora que a éste se le asocia. Por ejemplo, la capacidad de acortar el tiempo existente entre el disparo del juez y el inicio del movimiento de la salida en una prueba de velocidad en atletismo, es un claro exponente de la velocidad de reacción.
La velocidad acíclica (también conocida como velocidad gestual) es aquella que permite efectuar gestos unitarios y no repetidos lo más rápidamente posible. Un ejemplo de aplicación de este tipo de velocidad lo hallamos en un lanzamiento de jabalina, en el cual el atleta intenta efectuar el gesto, único y sin repetición, a la máxima velocidad que sea capaz.
La velocidad cíclica es aquella que permite efectuar gestos repetidos a la mayor frecuencia posible. El ejemplo más claro de este tipo de velocidad lo hallamos en la velocidad de desplazamiento, presente por ejemplo en las carreras de natación donde el gesto técnico se sucede a alta velocidad.
3.4.4.Factores condicionantes de la velocidad
- a) Velocidad de reacción:
Podemos hablar de 5 fases en la ejecución deuna tarea que implique a la velocidad de reacción.
A1) La primera es la percepción del estímulo por los órganos sensoriales especializados. Esta primera fase se ve afectada por múltiples factores:
– Condiciones de la percepción (claridad del estímulo, discriminación de éste,…).
– Nivel de atención y concentración del sujeto.
– Tipo de estímulo (en igualdad de condiciones se responde más rápidamente a los estímulos auditivos y táctiles que a los visuales).
Durante esta fase se produce, con mucha frecuencia, el fenómeno de la anticipación que consiste en escoger, como desencadenante de la respuesta motora, un estímulo anterior en el tiempo al que en realidad debería desencadenarla. Pongamos por ejemplo un portero de fútbol enfrentado al lanzamiento de un «penalty». Teóricamente el estímulo que debería servir al portero para iniciar su respuesta es la trayectoria de la pelota. Sin embargo podemos comprobar que en la mayoría de lanzamientos, el portero inicia su actividad motora antes incluso de que el balón haya sido chutado por el delantero. Esto se debe a que el portero ha anticipado el estímulo, es decir, ha escogido un estímulo anterior en el tiempo para desencadenar la respuesta motora con la finalidad de reaccionar más rápidamente. El estímulo escogido suele ser la trayectoria y las acciones del jugador que chuta del balón, intentando deducir, según éstas, hacia donde lo enviará el. Como vemos esta fase es mejorable con el entrenamiento en diferentes aspectos (concentración, anticipación…)
A2) La segunda fase es la transmisión del impulso nervioso desde el órgano sensorial hasta el sistema nervioso central. Según parece, esta fase no es mejorable con el entrenamiento, dado que la velocidad de transmisión del impulso nervioso es un factor congénito.
A3) La tercera fase corresponde a la elaboración de la orden motora. Esta fase es altamente mejorable gracias al entrenamiento y la experiencia. Hay que distinguir dos tipos fundamentales de velocidad de reacción que tienen sus diferencias más marcadas durante esta fase.
Por un lado tenemos la velocidad de reacción simple, que se da cuando se presenta un solo estímulo que lleva asociada una única respuesta; por ejemplo la salida de una carrera de velocidad, donde el estímulo es único (disparo) y la respuesta asociada también (salida), por lo que los procesos cognitivos que se deben efectuar disminuyen al mínimo.
Por otro lado tenemos la velocidad de reacción compleja o discriminativa, en la que se pueden presentar varios estímulos, cada uno de los cuales lleva asociad una respuesta diferente. Este sería el caso, por ejemplo, de las acciones en los deportes de equipo, en las que las decisiones de un jugador se ven condicionadas, entre otros factores, por las actuaciones de los otros. Dado que se debe efectuar una discriminación, los procesos cognitivos son más largos, resultando el tiempo de elaboración de la orden tanto más largo cuanto mayor sea el número de estímulos/respuesta posibles. Siempre será más lenta la velocidad de reacción compleja que la simple.
A4) y A5) son las dos últimas fases, la transmisión del impulso hasta el músculo y el inicio de la estimulación de las diferentes unidades motoras implicadas, no son, según parece mejorables con el entrenamiento.
- b) Velocidad cíclica:
Este tipo de velocidad se ve condicionada por factores neuronales (estimulación neuromuscular) y por factores intra e inter musculares. Tiene un alto componente coordinativo y mucha relación con el aprendizaje específico del gesto a efectuar, de tal forma que podemos afirmar que se puede «aprender» a ser rápido ejecutando un gesto.
B1) Los factores neuronales, según se ha comentado con anterioridad, no parecen mejorables gracias al entrenamiento,
B2) Los factores intramusculares, hacen relación al estado del músculo o de los músculos encargados de ejecutar el movimiento. Estos factores son, principalmente, el PH (grado de acidez) del músculo, su viscosidad interna, o el grado de fatiga, por poner algunos ejemplos Son fácilmente mejorables mediante el entrenamiento e, incluso gracias a un correcto calentamiento.
B3) Por último los factores intermusculares hacen referencia a la coordinación que debe existir entre los diferentes grupos musculares implicados en la acción. Aquí es donde las capacidades coordinativas tienen su mayor peso, ya que estas se encargan, justamente, de regular la «colaboración» entre diferentes grupos musculares a la hora de llevar a cabo un determinado gesto.
Se ha comprobado que la velocidad aciclica o gestual no es «extrapolable,» de un segmento a otro e incluso de un gesto al otro. Es decir que no necesariamente, si somos rápidos efectuando un gesto con el brazo, lo seremos efectuando uno con la pierna, o, más aun, podemos ser rápidos efectuando un gesto con un segmento y lentos efectuando otro gesto con el mismo segmento. Esto viene a demostrar la existencia de un «aprendizaje» en la velocidad gestual, por lo que podemos afirmar que ésta es dentro de unos límites genéticos, relativamente mejorable con el entrenamiento, sobre todo en determinados momentos del desarrollo infantil y juvenil.
- c) Velocidad cíclica:
Al hablar de la repetición de un gesto, deberemos tener en cuenta los factores citados para la velocidad acíclica y otros como la fuerza o la resistencia. El ejemplo más frecuente de velocidad cíclica es la velocidad de desplazamiento. En ella se implican directamente la fuerza rápida y la resistencia a la velocidad.
Según parece, justamente la vía más importante de mejora de esta cualidad pasa por la mejora de estas otras dos, fácilmente mejorables con el entrenamiento.
3.4.5. Evolución de la velocidad con la edad.
Ya se ha comentado que la velocidad es una cualidad, en su conjunto, muy difícilmente mejorable gracias al entrenamiento. Esto quiere decir que los márgenes de mejora de esta están muy limitados.
Por otro lado, al estar englobadas dentro del término velocidad cualidades tan diferentes como la velocidad de reacción y la velocidad de desplazamiento, se hace difícil hablar de una evolución general de esta cualidad, ya que esta evolución va a ser diferente para cada tipo de velocidad
Además entre los diferentes autores que han estudiado esta cualidad no existe siempre acuerdo a la hora de hablar de la evolución o de la entrenabilidad de esta cualidad.
Tal y como se ha comentado, Ia velocidad se relaciona con un número bastante elevado de cualidades diferentes, de la evolución de las cuales dependerá su propia evolución. Así, la maduración del sistema nervioso condiciona, a lo largo del crecimiento y desarrollo infantil, las posibilidades de ejecución en esta cualidad, al incidir directamente sobre la velocidad de transmisión del impulso nervioso o sobre los mecanismos de coordinación neuromuscular por citar solo algunos ejemplos.
Por últimola evolución de otras cualidades como la resistencia a la velocidad, la fuerza máxima o la fuerza rápida, tendrá un peso decisivo en la mejora de los niveles de velocidad.
Sea como sea, se halla una relativa mejora de la velocidad gestual ( acíclica) a partir de los 7-9 años, la velocidad de reacción lo hace a partir de los 10 años y la velocidad de desplazamiento, sobre todo, a partir del cambio puberal. A lo largo de las diferentes edades, los chicos mantienen un nivel ligeramente superior, por término medio, a las chicas.
Es importante observar que éstas, a partir de la pubertad, continúan mejorando, a diferencia de lo que ocurre con otras cualidades, sus niveles de velocidad.
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