A lo largo de la historia, los eventos deportivos de las distintas culturas y civilizaciones se han visto influidos por la situación económica, social y política correspondiente. Hoy también, el lugar del deporte en la sociedad varía según el sitio donde se practique, y también evoluciona con el correr del tiempo. Aquí veremos el inicio de lo que hoy conocemos como tal.
En la Antigüedad, la actividad física era parte de la cotidianeidad, ya que nuestros antepasados debían cazar, correr, trepar, pescar y escalar (entre muchas otras actividad) para sobrevivir el día a día. Con el correr del tiempo, se fueron implementando luchas o eventos deportivos por placer, como los juegos olímpicos griegos, pero en sus orígenes fue una necesidad.
Atravesando la Edad Media
A medida que los pueblos nómades se iban asentando y comenzaban a labrar y cultivas, el sedentarismo fue tomando más preponderancia. La gente tenía poco tiempo para las actividades recreativas, que se limitaban a los días de fiesta (con juegos locales y usanzas tradicionales). Uno de los deportes típicos de esta época era el tiro con arco.
En muchas oportunidades, los gobiernos de turno fomentaban o prohibían ciertas actividades a favor o en detrimento de otras que les parecían mejores a sus intereses. En ciertas regiones estuvo vedada la portación de armas en manos de los campesinos, de modo que solo los nobles y pudientes podían salir a cazar o realizar esgrima.
El Renacimiento
La época del renacer cultural y nacional de los pueblos, reavivó también el interés por los juegos y actividades tradicionales. No obstante, la creciente industrialización exigía patrones regulares de trabajo, y las grandes reuniones deportivas eran a menudo vistas por el gobierno como focos de desorden social.