Estamos en pleno otoño, el monte está muy bonito y en estas fechas muchas personas se animan a hacer salidas al monte de mayor o menor duración. En verano todo parece fácil, la nieve se ha ido de muchas de las rutas de alpinismo, hay muchas horas de sol, no hace demasiado frío y el tiempo es más o menos estable, pero no debemos olvidar nunca que la montaña es un medio hostil y tanto si hacemos una salida de alpinismo otoñal de varios días a intentar una cima como si nos vamos de trekking en el día es importante ir bien preparados y planificar bien nuestra salida para disfrutar del monte.
Elegir bien la ruta de montaña
Tengo la suerte de llevar unos años haciendo salidas por el monte y en este tiempo he ido pasando de pequeñas salidas de trekking a rutas de alpinismo de mayor dificultad, a mayor altitud y con ambiente más alpino, con cascadas de hielo, corredores y jornadas de varios días haciendo esquí de travesía por diferentes macizos montañosos.
En estos años he escalado por toda España y he tenido la suerte de poder escalar en otros países como Francia, Marruecos o China pero a pesar de haber hecho algunas salidas con una cierta dificultad siempre planifico bien una ruta tanto si se trata de un 4.000 como si es una tranquila salida por el campo.
Me gusta más viajar y escalar que escribir, pero desde hace algún tiempo voy publicando algunas rutas de alpinismo en iAdrenaline, un blog en el que intento ir contando mis salidas por el monte y mis viajes por el mundo y en todos los post que publico insisto siempre mucho en lo importante que es preparar la ruta he ir bien preparado.
- Antes de salir al monte siempre busco información de la ruta: busco mapas, referencias en blogs y consulto bibliografía sobe la ruta de montaña que voy a hacer. Con el auge de internet y de los blogs de montaña que estamos viviendo en los últimos años es fácil encontrar información de cualquier ruta o viaje que podamos imaginarnos pero esto es un arma de doble filo y además de la información que puede encontrarse en blogs me gusta mirar bibliografía sobre las rutas y viajes.
- Es importante ver el nivel de dificultad de la ruta. Las rutas de alpinismo y escalada tienen un grado de dificultad conocido, que les da la persona que abre la vía de escalada o alpinismo, que consensúan los repetidores y que se codifica con números y letras.
- El grado de dificultad de las de trekking es más subjetivo y normalmente te puedes hacer una idea de él por las horas que dura y el desnivel que salva. Muchas de las rutas de trekking que podemos consultar en bibliografía suelen tener también graduaciones como “fácil” o “experto” que pueden ayudarnos a hacernos una idea de su dificultad.
Seleccionar el equipamiento para una ruta de montaña
Aunque en otoño parezca que todos los días son medio buenos esto no siempre es así, y menos en montaña, donde se producen bruscos cambios de tiempo incluso en verano.
Al planificar una salida es necesario ver cuantos días va a durar y tener una previsión de tiempo para pensar en que material debemos llevar.
Por mi parte soy un paranoico de las tormentas y aunque todos los hombres del tiempo juren que va a hacer sol en mi mochila nunca falta una chaqueta impermeable, un forro o jersey polar, aunque sea fino, y una manta de supervivencia que ya me ha salvado muchas veces de muchos sustos.
Comida y agua para la salida a la montaña
Este es otro de los aspectos importante a tener en cuenta antes de salir a la montaña. El tema de la comida es un poco particular, tengo amigos que en las salidas de escalada se comen bocadillos de un palmo a mitad de vía y luego siguen escalando como si nada pero en mi caso suelo llevar cosas de digestión más rápida y con otro tipo de calorías.
Cuando planteo salidas en el día siempre llevo un paquete de galletas, alguna barrita y orejones o ciruelas y me dejo en el coche un fuet o unas lonchas de jamón y una barra de pan para la vuelta, que tras todo el día comiendo dulce siempre se agradece algo salado para la vuelta al coche.
Cuando las hago de varios días suelo llevar infiernillo y por las noches repongo calorías e hidratos con pasta liofilizada, pero todo esto como digo es muy particular y a cada uno nos gusta comer unas cosas en montaña.
El caso del agua es aparte y con ella hay que tener mucho cuidado. En el monte es fácil encontrar cursos de agua pero también es fácil coger alguna bacteria si bebemos de ellos sin control. Es importante conocer bien los puntos de agua de la ruta y si vemos que no existen sitios en los que podamos coger agua con ciertas garantías hay que contar con llevar agua suficiente o sistemas de filtros o pastillas potabilizadoras.
Espero que estos consejos os parezcan útiles y os ayuden a preparar vuestra salida a la montaña, nos vemos por el monte 🙂