Cuando hay competencias y prácticas en la cancha se pueden presentar muchas distracciones a los atletas, sobre todo del factor psicológico: las malas pitadas de los árbitros, los abucheos de los fanáticos contrarios, el hablar mal de los jugadores… y de los espectáculos que a veces se dan en la primera fila.
Esta clase de distracciones, pueden hacer que sus jugadores pierdan el enfoque del juego y también su atención en él, ya que los jugadores sienten enojo de toda esa presión en contra y así perdiendo toda la concentración en el juego.
Lo que los atletas necesitan es encontrar una manera en la cual todas estas distracciones no los perjudiquen y no cause en ellos ningún efecto… algo así como un campo de fuerza invisible en el cual no puedan penetrar las distracciones.
Imagina un campo de fuerza invisible
De hecho, un campo de fuerza es una imagen que los atletas pueden utilizar para ignorar las distracciones y mantener toda su atención en el campo de juego. Cuando se percibe algo que les molesta, tienen que visualizarlo y golpear su campo de fuerza invisible y rebotar todas estas molestias sin que los afecte.
¿Cómo practicarlo?
El mejor lugar para ensayar esta visualización es en la práctica. Los atletas tienen que imaginar y encontrar la mayor distracción que puedan tener en un campo de juego, y así intentar desviarla sin perder el control y la concentración que se necesita para un buen desempeño en el campo de juego, ya sea en la práctica o directamente en la competencia.