Hoy en día es fácil encontrar a personas que ante el afán de mejoramiento de su condición física o muscular se sobreexplotan en los entrenamientos, preparan con exactitud sus ejercicios con una excesiva preocupante. Ante esto, se puede poner en riesgo la salud física y la emocional.
Las personas tratan de marcase retos de profesional, y no debe de ser así, ya que puede poner en juego su salud y bienestar. Muchas personas que tratan esto no saben de lo que implica la vida de un deportista profesional, y pueden estar exponiendo a un riesgo muy elevado. Los deportistas profesionales tienen mucho que ganar con su esfuerzo, sobretodo económicamente, pero una persona normal no, por eso no se puede comparar. Hay que escuchar a tu cuerpo, si tras hacer un ejercicio te encuentras cansado, necesitas un descanso, y si no se lo das, si te exiges más y sigues haciendo ejercicios, puede acarrearte problemas físicos que tal vez no sean beneficiosos, por eso hay que tener mucho cuidado, y hacer lo justo para estar bien en forma, y no sobrepasar esa barrera, si no podríamos acabar en un hospital.
Hay que sentirse contento con lo que haces, si en un determinado espacio corres un determinado tiempo, estar contento con ello, ya que si te exiges a hacer tiempos fuera de lo normal, y después no lo consigues, puede que comiences un proceso de superación, y al no verte capaz, exigirte más aún, comenzando a sentirte mal contigo mismo, incluso de entrar en una fase de negatividad o de desesperación, nada bueno mentalmente hablando.
Algunas recomendaciones para hacer un ejercicio sano puede ser el enfocar el ejercicio a la salud, no confundirlo con el sufrimiento, y escuchar a tu cuerpo, ser precavidos antes algún dolor o malestar. Tu salud sobre todo está en juego, recuérdalo.