Al comenzar a ejercitar, lo principal es tener en claro nuestros objetivos, para mantener el ritmo y la energía a pesar de las dificultades. La autoestima es clave, ya que nos ayuda a mantenernos firmes frente a cualquier experiencia complicada, a la vez que se nutre de cada logro y experiencia positiva o gratificante.
En lo que respecta a una nueva rutina de ejercicios, cada paso que des te pondrá más cerca de la meta, y cada pequeña actitud marcará una gran diferencia. Plantearse un modelo de ejercicios adecuado a tu cuerpo y estilo de vida es fundamental, ya que te permitirá ver los avances y mantenerlo en el tiempo.
La motivación es parte integral de este proceso, y en gran parte depende de ti. Mantente positivo frente a las dificultades, recuerda que los grandes logros se consiguen con esfuerzo, y quien siembra con lágrimas cosechará con sonrisas. Aprende a valorar cada pequeño avance, y no te exijas más de lo que puedes dar.
Una buena forma de amenizar el ejercicio, es hacerlo en grupo. Búscate un amigo que te acompañe, o varios (cuantos más, ¡mejor!), y comparte con ellos tus dudas e inseguridades. Verás que el tiempo transcurre más rápido, y te divertirás mucho más que estando solo. Asimismo, estarás en un espacio donde más gente busca lo mismo que tú.
Si no conoces a nadie que quiera ejercitar, o prefieres la soledad, puedes armarte una lista de reproducción con tu música preferida para cuando ejercites. Ello hará que disfrutes del momento y te incentivará. La música electrónica o más movida es una buena opción para considerar, ya que el ritmo acelerado acompañará y potenciará tus pasos.
Ser positivo no solo es pensar en lo lindo y bueno que sería estar delgado y en forma, sino también (y principalmente) no dejarse llevar por la frustración y las ganas de estar recostado mirando la televisión. Ten en cuenta que, por más lentos que sean tus avances, siempre le llevarás ventaja a quien está sentado en el sillón.