Todos sabemos que correr o trotar es una actividad que presenta muchos beneficios y es por ello por lo que vemos muchas personas practicando estas actividades en parques y zonas aptas para este fin.
La carrera influye sobre todas las funciones orgánicas. Si correr 15 kilómetros semanales disminuirás el riesgo cardiaco en un veinte por ciento, además conseguirás que las articulaciones trabajen de una manera más optimizada, siempre que su funcionamiento sea correcto, porque de otra manera puede ser perjudicial.
El corazón es un músculo muy fuerte y su trabajo consiste en bombear sangre a todos los rincones del cuerpo. Al igual que cualquier otro músculo del organismo, el corazón se fortalece con el ejercicio regular.
Al realizar ciertos tipos de actividad se mejora la circulación sanguínea a lo largo de todo el cuerpo y, por ende, se incrementa la capacidad cardiovascular. El ejercicio obliga a circular una mayor cantidad de sangre por las paredes de los vasos sanguíneos; acción que reduce la inflamación de una manera muy similar a la de los esteroides en el cuerpo.
El mejoramiento de la salud cardíaca es un proceso continuo y al detener la rutina aeróbica, el corazón dejará de beneficiarse. Afortunadamente, no tenemos que correr en un maratón para cosechar los beneficios que brinda el ejercicio al corazón. Incluso, con una cantidad moderada le haremos algún bien.
Por lo tanto, te recomendamos que pienses en practicar al menos 30 minutos de carrera contínua, 4 ó 5 días a la semana, para ayudar a controlar tu peso, manejar el estrés, disminuir la ansiedad y aumentar tu optimismo.
Muy bueno.