Jose García, bloguero de la tertulia del fútbol nos envía suAnálisis del Real Madrid-Barcelona, Champions, Ida
Real Madrid y Barcelona se enfrentaban ayer en la ida de la competición más importante de clubs del mundo. El Madrid llegaba con la moral por las nubes tras arrebatarle la Copa del Rey al Barça una semana antes y después de un partidazo ante el Valencia en liga. El Barcelona afrontaba este partido con el orgullo herido y con ganas de demostrar en el campo que siguen siendo los mejores.
Una primera parte decepcionante
Los dos equipos se plantaron literalmente en el terreno de juego. ¿Qué quiere esto decir? Mourinho, que salió a buscar el empate a cero, decidió de nuevo que sus jugadores no pasasen de la zona medular con la esperanza de que el equipo azulgrana siguiese en sus trece de buscar la meta de Casillas sí o sí pero Guardiola había aprendido de sus errores anteriores y planteó un partido sin salirse de su estilo pero mucho más conservador que en los dos encuentros anteriores.
El conjunto culé apenas arriesgó y con un Madrid con sus once jugadores tras el círculo central no quiso pecar de errores pasados. Prueba de ello fue la impotencia y aspavientos de Cristiano Ronaldo hacia sus compañeros en el minuto 17 cuando comienza a quejarse de que no le apoyaban en la presión.
La primera parte fue un completo y aburrido rondo barcelonista con la colaboración de un Madrid cuyos jugadores seguían a la espera de un golpe de suerte. Solamente a partir del minuto 35, viendo que el quipo culé hoy no estaba dispuesto a arriesgar, decidió salir tímidamente de su trinchera y pudimos ver algo de juego que se tradujo en algunos encontronazos entre jugadores que calentaron un poco el partido.
A pesar de la soporífera primera parte, el Barcelona tuvo sus ocasiones en las botas de Villa con un buen tiro desde fuera del área en el minuto 10 que salió cerca del palo de Casillas y en las de Xavi en el 24 dentro del área que el portero madridista para con gran acierto. El Madrid tuvo su oportunidad con un fuerte tiro de Ronaldo que Valdés rechaza a duras penas al borde del descanso.
Para coronar la desastrosa primera parte de fútbol, hubo tangana en la entrada del túnel de vestuarios entre Chendo y Pinto que acabó con la expulsión en los vestuarios del portero culé. Lamentable acción por parte de unos y otros.
Segunda parte decisiva
La segunda mitad del choque comenzó con un Madrid más animado que salió mordiendo a los defensas blaugranas intentando cortar la salida de balón, algo que hacía pensar que el partido tomaría otros derroteros. Fue algo fugaz que duró hasta que el Barcelona, al cuarto de hora, se hizo de nuevo con la posesión de balón.
Y es aquí cuando todo se rompe. Corría el minuto 60, momento en el que Pepe, en una acción sin sentido y en un lugar intrascendente del campo, entra con mucha dureza a Alves. La patada termina con el jugador luso expulsado por roja directa. Una expulsión totalmente justa e incomprensible acción por parte de un Pepe que, una vez más, perdió los papeles y perjudicó a su equipo gravemente visto lo que después ocurrió. Pepe es un excelente jugador pero sus acciones le pierden y es algo que tanto su técnico como sus compañeros deberían hacérselo ver porque a partir de aquí el partido cambió por completo.
Sin aprender de la jugada anterior, el árbitro alemán Stark no ve un pisotón de Marcelo a Pedro en el área madridista y le perdona la expulsión al jugador madridista. Incluso, con el reglamento en la mano, al estar el balón en juego, el árbitro pudo pitar incluso penalti y en esos instantes el 0 a 0 estaba aún en el marcador.
Sorprendentemente, estando con un jugador más, el Barcelona siguió jugando muy conservadoramente, posiblemente teniendo en mente el partido de liga en el que el Madrid le empató con diez. El conjunto culé parecía también un punto por debajo físicamente que el Madrid en esos instantes. Fueron unos minutos confusos, de juego trabado y poco vistoso.
Todo cambia cuando Guardiola decide dar entrada a Affellay al campo por un Pedro muy desdibujado durante todo el partido. La aparición del jugador holandés fue un soplo de aire fresco y no tardó mucho en dar sus frutos, de tal manera que una jugada suya en la que deja en carrera a Marcelo, propicia con un certero centro que el 0 a 1 suba al marcador, obra de Messi a bocajarro adelantándose a la defensa madridista llegando desde atrás.
A partir de ahí, monólogo azulgrana e impotencia madridista. El equipo blaugrana, viéndose con el marcador a favor, retomó sus señas de identidad. Fue entonces cuando Messi recibió un balón pasada la medular y puso la directa en carrera hasta el área deshaciéndose por el camino de cuanto jugador madridista le salía al paso y superando la salida de Casillas subió el 0 a 2 al marcador que deja muy complicada la eliminatoria al conjunto blanco.
El argentino demostró de nuevo ayer que es en la actualidad el indiscutible número uno del fútbol mundial y para el Barcelona es fundamental a día de hoy. Enorme también la actuación de Puyol, un jugador que en los últimos tres meses apenas ha jugado dos partidos y que consigue con su prensencia mejorar a todos sus compañeros de zaga.
El Real Madrid puede jugar a otra cosa
El Madrid tiene jugadores de una calidad tan grande que puede plantear otro fútbol diferente al que le estamos viendo en esta serie de partidos ante el Barça. Valencia es un ejemplo magnífico de ello. Ver el fútbol que desarrollaron los Granero, Kaka, Higuaín y Benzema el pasado sábado es muestra clara de que el conjunto blanco tiene un soberano equipazo para plantear otra cosa. Ayer el Madrid volvió a aceptar que el equipo azulgrana es superior y así planteó de nuevo el partido. Mourinho debe darse cuenta de ello lo antes posible por el bien de su equipo.
¿Y la vuelta en el Camp Nou? ¿Está la eliminatoria sentenciada?
Ayer en la previa nos preguntábamos si habría partido de vuelta. Y es que, a pesar de lo que opinaba la mayoría de la gente que decía que la eliminatoria se decidiría en Barcelona, aquí hicimos constar que si alguno de los dos equipos tomaba la delantera en el marcador, dada la naturaleza de ambos conjuntos, la eliminatoria podía quedar casi sentenciada. Así ocurrió. A partir de aquí, solamente un milagro podría alejar a equipo culé de Wembley pero…
Mourinho pierde los papeles en la rueda de prensa
Lo vivido en la sala de prensa del Bernabéu tras el partido fue algo intolerable. Las declaraciones de Mourinho, que llenarán las páginas del mundo entero, muestran la impotencia de un entrenador que cayó, no víctima de ninguna conspiración mundial, sino víctima de sus propios planteamientos en el terreno de juego. No se puede tolerar que el prestigio del Madrid, equipo con millones de seguidores en todo el mundo, quede reflejado en imágenes como las que ayer se vivieron de un entrenador luso superado por los acontecimientos y desviando de nuevo la atención del terreno de juego.
La Uefa deberá tomar cartas en el asunto porque, se pueden disculpar unas declaraciones bastante graves como las de Ronaldo tras el partido y que iban en la misma dirección que las de su entrenador. Sin embargo, el capitán del barco no puede mostrar ese comportamiento tan vergonzoso menospreciando a una institución como el Barcelona y a la mejor competición del mundo de clubs con las insinuaciones de que está adulterada la competición. Florentino Pérez deberá plantearse si esto es lo que quiere para los próximos años.