El perro, el mejor amigo del hombre, nos puede ayudar a ponernos en forma ahora que se acerca el verano, y de paso divertirle a él.
- Ir a correr con tu perro es un ejercicio de amistad y competición. Te marcarás como reto seguir su ritmo, piensa que no es fácil conseguirlo. Pero te hará compañía, te motivará y, probablemente, aguantarás más.
Recuerda que salir a correr a horas intempestivas no es bueno para ti y tampoco lo será para tu perro. Aunque los animales aguanten más y no se quejen, tienen los mismo riesgos de sufrir los efectos del calor.
Con estas premisas como base, si te gusta la experiencia más allá del mero ocio, se han desarrollado competiciones en las que podéis participar los dos juntos llamada canicross.
- Pero no todo es correr, también está la opción de los patines (aprende aquí ejercicios de patinaje). Piensa que así irás mucho más rápido, ejercitas otro tipo de músculos y desarrollarás tu equilibrio. Pero ten en cuenta que cansa, y cansa mucho más de lo que parece. De hecho, el cansancio suele chocar con la sensación del esfuerzo realizado, pero es que en media hora patinando se pueden quemar hasta 300 kilocalorías, el doble que en bicicleta por ejemplo. Así que pídele a tu perro que tenga paciencia contigo hasta que llegues a tener la resistencia adecuada.
- Por último también puedes coger la bici. Si vas por un camino adecuado los perros bien adiestrados irán a tu lado. Si no lo están, existen unas pequeñas barras que se adaptan a la bici para agarrar a tu mascota. Sigue el ritmo que el perro te marque y no te salgas de los caminos seguros. Nada de carretera y cuidado si hay mucho tránsito. Ésto es más bien si te dedicas a recorrer el campo con la bici.
Por último y como en cualquier deporte, recuerda estirar, hidratarte y ser constante, esta vez además sabes que es por el bien de dos.