Cuando nos encontramos en los cuartos de final de este Gran Slam hacemos un repaso por la historia del mismo.
El nombre del Torneo viene del nombre del estadio. En 1928, para la celebración de una Copa Davis, se creo en Francia el Stade Roland Garros en honor a un oficial francés que atravesó por primera vez el Mediterráneo en una travesía aérea en 1913 y murió unos años después durante la I Guerra Mundial. Años antes, en 1891, había comenzado un torneo nacional francés que, en 1925 pasó a ser también abierto para competidores internacionales. Esta competición era en cesped hasta que se pasó al nuevo estadio, que era de arena.
Continuando con la Davis, los franceses seguirían ganando hasta 1932, consitutyéndose ya la llamada French Open, resultado de la evolución de todo lo anterior. El prestigio del Roland Garros siguió creciendo y en los 60 era obvio la necesidad de una ampliación de las instalaciones pero se quedaron simpelemente en unas reformas en 1968. Ese año fue el primero en que un Gran Slam fue abierto permitiendo la competición entre amateurs y profesionales.
Ya en los 80 el estadio creció y el torneo se hizo fuerte. Los patrocinadores tenían su sitio y se creó la Cancha I con 4.500 sillas más. Así creciendo hasta hoy, convirtiéndose en uno de los estadios más importantes y mejor preparados.
De este torneo han salido grandes nombres a los que la historia del deporte ha consolidado como Ilie Nastase, Bjorn Borg y Rafael Nadal que han conseguido ganar el torneo en algunas ocasiones sin perder ni un solo set. El último francés en ganar la competición fue Yannik Noah (que el año pasado fue polémica por hablar de dopaje en el deporte español) en 1983.
Ahora, nuestro tenista español, número 2 del mundo, está a cinco partidos de volver a pasar a la historia como el jugador que más Roland Garros ha ganado. Ahora está empatado con Bjorn Borg con 6 copas de los mosqueteros, y sólo cinco victorias le separan de hacer historia.