Han pasado dos décadas desde que se celebraron los Juegos Olímpicos en nuestro país.
Desde 1992, cuando Barcelona acogió los Juegos Olímpicos mejores para los españoles, ya ha llovido bastante. Ahora su peculiar y simpática mascota, Cobi, se encuentra recorriendo todos los rincones de Londres a solo un día de que empiecen el acontecimiento deportivo más universal.
Un 25 de julio de 1992, es decir, hace 20 años y un día, la llama olímpica se encendía en la capital condal iniciando los juegos que nos reportarían más éxitos deportivos en lo que a esta competición se refiere. Por ejemplo, el oro en el fútbol, que ahora suena casi irrisorio después de 4 años con una selección que ha cosechado dos Eurocopas y un Mundial, pero entonces, en aquél año, fue un auténtico éxito para el deporte rey de nuestro país.
Un total de 22 medallas, 13 de ellas de oro llenaron nuestro palmarés cuando en la historia lo máximo habían sido 4. El apoyo de un público incondicional fue un gran apoyo.
El arquero Antonio Rebollo encendió la llama olímpica, Epi (el baloncestista) fue el último en llevar la antorcha (y a día de hoy confiesa sus nervios y que se escondía de sus compañeros para ensayar), el príncipe fue nuestro abanderado oficial (este año lo será Pau Gasol después de la lesión de Rafa Nadal) Montserrat Caballé le puso voz junto con un desaparecido Freddy Mercury (lo grabaron un par de años antes afortunadamente) de un himno que ya lo sería para siempre de toda la ciudad. Una preciosa canción a Barcelona.
La agónica final de Waterpolo que no conseguimos superar, el final y oro de Fermín Cancho en los 1.500, el vapuleo en ciclismo y tenis, la participación del dream team de baloncesto con jugadores de la NBA por primera vez en unos Juegos, son sólo algunos de los ejemplos que nos vienen al recuerdo al mirar hacía atrás y recordar como España brilló y le dio luz al deporte universal con la competición más esperada y ansiada por los deportistas.
La evolución del chandal olímpico se ha convertido también este año en motivo de análisis. En aquellos tiempos fue Kelme la marca elegida y presentó una equipación de corte muy ochentero pero con una mezcla de colores a base de lineas y cortes que era bastante de aquella década. Hoy son muchas las voces que se quejan de la actual indumentaria dejando en la calle la pregunta de si es tan fea la equipación olímpica de 2012.