El aquagym o la gimnasia acuática, es una disciplina que viene creciendo a gran velocidad en los últimos años. Cada vez son más los centros deportivos y las piscinas que brindan cursos y clases especiales de aquagym. Es un deporte recomendado para todas las edades, para hombres y mujeres, y sus beneficios están en la misma línea que los del aeróbic, pero con la facilidad de realizarse en un entorno acuático que reduce el impacto de la superficie. Esto ayuda a mejorar el ejercicio en músculos y articulaciones.
¿Cómo se realiza el aquagym?
La gimnasia acuática se realiza en condiciones de inmersión y con prácticas de flotación. El riesgo de lesiones se ve reducido, gracias al entorno acuático que sirve como amortiguador de impactos. Además, el peso de las personas dentro del agua disminuye entre un 80 y un 90 por ciento, reduciendo de manera notable los riesgos de la práctica deportiva.
El aquagym está especialmente recomendado en personas que hayan sufrido problemas de tipo traumatológico, problemas en las articulaciones o en los músculos, o aquellos pacientes que estén atravesando procesos de rehabilitación. En los grupos de aquagym es muy común ver personas de tercera edad, mujeres embarazadas o con sobrepeso, y ayuda mucho a poner el cuerpo en forma y a mejorar la autoestima porque es una práctica deportiva que se puede realizar sin demasiadas complicaciones y reduciendo al mínimo los riesgos de de lesión.
¿Qué beneficios tiene el aquagym?
En primer lugar, la gimnasia acuática ayuda a poner en forma el cuerpo. Es un ejercicio extremadamente completo, que apunta a fortalecer las capacidades aeróbicas y anaeróbicas. El agua, al proponer nuevas dificultades para el movimiento, ayuda a desarrollar mayor resistencia y tonificación en los músculos. Si además sumamos la complementación con materiales como mancuernas o pelotas, el resultado es un ejercicio de fortalecimiento muy completo.
El aquagym también ayuda a aumentar la flexibilidad corporal. El movimiento en varias direcciones que implica mantenernos en estabilidad en el agua, refuerza de manera natural el funcionamiento de nuestras articulaciones. Al final del día, obtenemos un gran rango de movimiento que va aumentando de manera natural así como incrementamos nuestra rutina de entrenamiento.
Los ejercicios en el agua, y el aquagym en particular, destacan por ser de bajo impacto. A diferencia de salir a trotar, jugar al fútbol o al tenis, estamos ante un tipo de gimnasia que reduce las posibilidades de lesión y está librado del influjo de la gravedad. El impacto de los movimientos en nuestro cuerpo está muy reducido, y es especialmente recomendable para personas que sufren artritis o están realizando procedimientos de rehabilitación luego de una enfermedad o accidente físico.
Por último, pero no menos importante, también hay que destacar que la realización de prácticas de aquagym ayuda a generar un estado de salud mental fortalecido. Esto es por la generación de endorfinas, las denominadas hormonas del placer, que se suman a una actividad física placentera y terminan generando que esta disciplina tenga cada día más seguidores en todo el mundo.