Hacer sentadillas puede resultar un ejercicio algo costoso y trabajoso que, si lo realizamos mal, podríamos acabar severamente lastimados. Es por ello que resulta imprescindible prestar mucha atención a la hora de ponernos a hacer sentadillas.
Es verdad que resulta ser uno de los ejercicios más completos que existen para nuestro cuerpo, además de que cualquier entrenador que se precie de tal, lo incluirá en la rutina de sus alumnos en pos de quemar grasas y perder peso, así como muchas calorías. Con las sentadillas lo que estarás trabajando serán los glúteos, además de las piernas y partes del resto de tu cuerpo.
Deberás saber que el movimiento básico de cualquier sentadilla ayuda notablemente a tonificar la parte anterior de nuestro cuerpo y aquí podemos incluir también al abdomen y el torso.
Una forma saludable de hacerlas es colocando los pies bien abiertos, tratando de abarcar lo más posible el ancho de las caderas. También presta mucha atención a que el ángulo de los dedos de tus pies sea el mismo a 30 grados con respecto a tus rodillas, refiriéndonos a la distancia del cuerpo, con esto evitarás lesiones indeseables.
También, una buena forma de hacer sentadillas es manteniendo la espalda recta todo el tiempo, haciendo que el torso se incline hacia adelante, y el abdomen permanezca contraído durante todo el ejercicio. Por último, te aconsejamos que bajes lo máximo que puedas y tu fuerza y flexibilidad te lo permitan. Lo importante en este punto es no alzar los talones.
Los beneficios de las sentadillas, como ya te comentamos, son múltiples. Y dado que resulta ser un ejercicio que se puede realizar con el propio peso del cuerpo, también resultan ser movimientos muy saludables. Las sentadillas contribuyen de forma notable a fortalecer el tren inferior del cuerpo, fundamentalmente los glúteos. Además, notoriamente mejora nuestra postura y nos evita dolores de espalda.
Por todo esto, también tenemos que mencionar que logra tonificar de forma notable nuestras piernas, además de activar la zona lumbar y el abdomen de nuestro cuerpo.
Las sentadillas, además, fortifican la musculatura de la espalda, porque si se mantiene una postura adecuada, la espalda debe soportar el peso del cuerpo al realizar este ejercicio.
Todos estos son beneficios muy notorios que nos ofrecen realizar regularmente sentadillas, pero además hay otros que traen aparejados estos ejercicios y que tienen que ver con el aumento del equilibrio y la estabilidad del cuerpo, debido a que, al hacerlos, se activan los movimientos de muchos músculos estabilizadores.
Como si todo esto fuese poco, también resultan ser muy eficientes para la quema de grasas, gasto calórico y al ser un ejercicio multiarticular, se ponen en juego muchos músculos y articulaciones, con lo cual, resultan muy completas en todo sentido.
Sin olvidar, por supuesto, que las sentadillas también son ejercicios de resistencia y funcionales, ya que tienen una aplicación directa en el día a día. Esto lo podemos ver cuando hacemos movimientos tan básicos como sentarnos o levantarnos de una silla. Es por ello que es también muy recomendable para personas de la tercera edad.