Este artículo profundiza en aspectos básicos que se deben conocer al trabajar esta habilidad básica, como: ¿Qué es la escalada?, ¿En qué etapa evolutiva se debe empezar a trabajar?, ¿Cómo se debe aplicar en las sesiones de educación física?, y por supuesto, ¿Cuáles son los aspectos que potenciamos con estas actividades?.Palabras clave: Escalada. Disponibilidad motriz. Optimización espacial.
Según el diccionario de la Real Lengua Española (Encarta; 1999), trepar es subir a un lugar valiéndose y ayudándose de los pies y las manos. En la sociedad actual, la escalada como forma de desplazamiento o como habilidad para superar un obstáculo se ha minimizado a extremos, mientras que en sociedades preindustriales, el riesgo físico y el contacto directo con la naturaleza formaban parte de la vida cotidiana, y actividades como correr, nadar, navegar, montar a caballo, saltar, levantar pesos, combatir,… y por supuesto trepar, formaban parte del intercambio corporal del hombre con el medio.A lo largo de estas últimas décadas, estas actividades han ido evolucionando al igual que los estilos y formas de vida; así, se han potenciado habilidades como montar en bicicleta, patinar, etc. o han sufrido una regresión en su puesta en práctica, como es el caso de la escalada. Esta habilidad tiene poca aplicación en nuestras sociedades urbanas, donde han ido desapareciendo elementos favorecedores de la misma, como son los árboles, rocas u otros espacios naturales.
Paralelamente a este problema, se denota en el contexto educativo tradicional una baja predisposición hacia el trabajo de esta habilidad básica., debido posiblemente a la falta de espacios y equipamientos adecuados, la falta de recursos para trabajar dicha habilidad, el desconocimiento de este tipo de actividades o la sensación de ser una actividad de riesgo para el alumnado.
Independientemente de los aspectos anteriores, «la noción de habilidad motriz (motor skill) recoge en el sentido estricto la idea de maestría en la realización de una tarea, es decir, adquisición de cierto grado de eficacia» (Simonet, 1985). En el contexto Educativo, se debe añadir a la «adquisición de un cierto grado de eficacia» la noción de ofrecer al alumno la «adquisición de un amplio abanico de habilidades motrices o posibilidades». Dentro de ese abanico de respuestas que debe adquirir el niño, se encuentra la escalada como habilidad básica necesaria para el desarrollo integral y global del mismo.
En la evolución filogenética de las habilidades, se pasa de los desplazamientos en la posición cuadrúpeda a los de la posición bípeda. Pero si se observa detenidamente, existe una fase intermedia entre cuadrupedia y la adopción de la postura erecta, en la que «el niño utiliza sus miembros superiores para trepar desde la cuadrupedia hasta la posición erecta» (Meinel y Rigal; 1987). Esto significa que es posible trabajar esta habilidad básica desde las primeras etapas educativas, siempre que la dificultad de la tarea este en consonancia con las posibilidades del alumno.
Esta actividad presenta un gran potencial y muchas posibilidades de aplicación dentro del centro escolar, existiendo numerosos elementos donde practicar esta habilidad. En el gimnasio del centro se pueden encontrar elementos convencionales como espalderas, bancos suecos, plintos, etc., que son muy útiles para este fin, siendo unos equipamientos motivantes y enriquecedores para el niño, si se utilizan con imaginación e ingenio.
También se utilizan elementos no convencionales, como los rocodromos, que son paredes, con presas artificiales, adaptadas para la práctica de la escalada. El tipo de presas que se suelen utilizar en estos muros, van desde los tacos de madera obtenidos de los cortes de una carpintería, pasando por cantos y piedras, hasta presas industriales de resina y fibra, paneles modulares, o estructuras de hormigón proyectado. En el colegio se suele utilizar la madera, cantos o presas artificiales, por ser las formas más económicas para crear un rocódromo.
La utilización de las paredes y muros del centro escolar supone la creación de un espacio idóneo para la práctica de esta habilidad y supone optimizar las instalaciones del centro educativo.
Una forma de trabajar la iniciación a la escalada es la valla o el boulder. Esta actividad implica un desplazamiento y una progresión horizontal sobre la pared (Fig.1), con lo que:
Se evita utilizar material específico de escalada, como cuerdas, arneses, etc., que puede ser inasequible para algunos centros escolares.
Pueden trabajar una gran cantidad de alumnos de forma simultánea.
Existe un mayor control de contingencias y se reduce la posibilidad de lesión.
Se facilita la corrección de los aspectos técnicos y la retroalimentación del alumno.
Es importante destacar los factores que intervienen en la escalada, desde cuatro ámbitos básicos, físico-motor, perceptivo, social y cognitivo-psicológico:
Factores físico-motores
Fuerza
A nivel general se potencian los grupos musculares responsables del mantenimiento de la postura, además de los grupos específicos que predominan en estos movimientos, que no son pocos, ya que existe un número ilimitado de patrones motores. Entre los grupos musculares principales que intervienen, se encuentran los flexo-extensores de los miembros superiores e inferiores, y los grupos prensores de las manos.
Resistencia
Dependiendo de la actividad propuesta, puede existir un trabajo de fuerza-resistencia, sobre todo cuando se trabaja en posturas con amplia amplitud articular.
Flexibilidad
Se incrementa la amplitud de movimiento de forma estática, cuando el alumno trata de encontrar posiciones equilibradas; y de forma dinámica, cuando el alumno necesita alcanzar un determinado agarre o apoyo para seguir progresando en su desplazamiento.
Velocidad Mediante un trabajo lúdico, se pueden plantear actividades donde intervenga la velocidad como cualidad física fundamental.
Coordinación
Se produce un ajuste de la coordinación intermuscular e intramuscular y un mejoramiento de la cadena cinética, realizándose estos desplazamientos con mayor fluidez y menor coste energético. Además se fomenta la coordinación oculo-manual y oculo-pédica.
Presión intradiscal
Se reduce la presión intradiscal, al utilizar los miembros superiores como apoyo en la sujeción del peso corporal, favoreciendo un crecimiento correcto y equilibrado (Nachemson,1970).
Repertorio gestual
Hay un aumento del repertorio gestual. Trepar es en como una coreografía de baile, y por lo tanto, el que no conoce los más simples pasos o agarres, siempre tendrá problemas para dominar este tipo de desplazamientos.
Control postural
En la escalada se potencian los grupos musculares responsables del mantenimiento de la postura, incentivando al alumno a adquirir acciones posturales más equilibradas.
Factores cognitivos y psicológicos
Control emocional
El problema principal en la escalada es la inseguridad del niño ante las caídas, que disminuye y bloquea la eficacia en la escalada. Este tipo de actividades desarrolla en el alumno las estrategias necesarias para un control emocional más equilibrado.
Autoconfianza
Como cualquier otro reto deportivo, el superar un obstáculo, proporciona al alumno una sensación de superación, que da al alumno seguridad y autoconfianza. Resolución de problemas: El alumno se implica cognoscitivamente en el momento de hacer la lectura de la vía y tener que desarrollar la estrategia mental para superar la misma; y en la resolución de los problemas que van apareciendo a medida va superando los obstáculos.
Factores perceptivos
Visualización
Se trabaja la percepción del entorno, en el que hay que localizar visualmente las posibles presas y puntos de apoyo.
Desarrollo del equilibrio
El sentido del equilibrio en esta habilidad, se va adquiriendo sin ser notado, simplemente por el hecho de escalar.
Tacto
Al trepar por diferentes superficies, texturas, volúmenes de las presas, etc.., se desarrolla en gran medida el sentido del tacto. Además, si se discrimina el sentido visual, se estimula aún más este sentido y la orientación espacio-temporal.
Orientación espacio-temporal
Existe un continuo reajuste del niño con el espacio donde realiza la actividad.
Relajación y respiración
El dominar la respiración entrecortada, las parantonias y sincinesias, es un punto importante en los alumnos que se inician en esta actividad. Mediante el autocontrol, el niño aprende a superar estos estados de tensión y bloqueo respiratorio, adquiriendo más autonomía en sus desplazamientos.
Componentes sociales
Socialización
Como trabajo de grupo, se puede imprimir un carácter cooperativo y lúdico a estas actividades.
Bibliografía
Encarta (1999): Enciclopedia Microsoft Encarta. Microsoft Corporation.
Hörst, E. (1996): Cómo entrenar y escalar mejor. Ed. Desnivel. Madrid.
Meinel, K.; Schanabel, G. (1987): Teoría de movimiento. Motricidad deportiva. Ed. Stadium. Buenos Aires.
Messner, R. (1982): Séptimo grado. Ed. RM. Barcelona.
Palacios, J.M. (1996): Cómo pasar del 6ª al 7ª. Ed. Desnivel. Madrid
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