Las artes marciales
Quizás hemos escuchado mucho sobre los beneficios de las artes marciales, que ayudan a tener dominio sobre la mente y el cuerpo, que ayudan a mantener la calma aún en situaciones muy adversas, que son una excelente herramienta para la defensa personal, etc. Sin embargo, sería importante resaltar todos los puntos en común que tienen estas disciplinas tales como el kárate, tae kwon do, jiu jitsu, entre muchas otras.
Para empezar, uno de los primordiales objetivos de la educación física, es el de evitar que los niños inviertan su tiempo
libre en actividades que pudiesen llevarlos al ocio, a la vagancia, a desaprovechar el tiempo, e incluso a otras actividades que resultan muy preocupantes para la sociedad. Desde un punto de vista meramente pedagógico, una mente ociosa es mucho más fácil de mal encaminar, más fácil de manipular y por tanto, es más sencillo que una persona que no practique deporte desde pequeña incurra en vandalismo, en unirse a bandas e incluso en que pruebe sustancias que le intoxiquen, las cuales pueden ser desde tabaco y alcohol hasta otros estupefacientes ilícitos. En este sentido, este aspecto de la educación física se complementa maravillosamente con las artes marciales, ya que éstas generalmente requieren de gran precisión en la motricidad y de mucha coordinación, por lo que les resulta virtualmente imposible realizar estas actividades bajo los efectos de alguna droga. Por ello, si se les instruye el gusto por estos deportes, muy difícilmente caerán en este tipo de vicios, ya que no podrían practicar el deporte que les gusta.
¿Qué desventajas poseen las artes marciales?
Hay que tener en cuenta y nunca perder de vista que algunas de las personas que no adoptan del todo estas filosofías, sino que solamente aprenden los movimientos, pueden llegar a caer en la violencia, debido a un exceso de confianza o un entrenamiento mal llevado. Por ello, es muy importante siempre resaltar los peligrosos de las peleas callejeras, ya que siempre se correrán importantes riesgos.
