Cambia de hábitos para mantener un peso adecuado

Perder peso es una cuestión de voluntad, conocimiento y cambio de costumbres, aunque parezca extraño el bajar y mantenerse en unas medidas agradables tiene su ciencia, una que si aprendes a manejar te evitará largos sacrificios, horas interminables de gimnasio y decepciones por  no ver los resultados en el tiempo.

Todo es cuestión de modificar algunos hábitos que nos han enseñado desde niños o que con la influencia de nuestros amigos o de la sociedad, son verdaderamente catastróficos a la hora de perder peso.

Entre los más comunes podemos nombrar: Comer sentado, por más de que estés de afán no te puedes atragantar con comida chatarra en cualquier puesto de la esquina. Otro de los efectos de las prisas es comer a toda máquina, no te sentirás satisfecho y además te llegarán las ansias por repetir.

Un error muy común a la hora de comer, es realizar otro tipo de actividades, leer, trabajar en el ordenador, mirar televisión, son acciones que nos harán perder conciencia de lo que hacemos por lo que la saciedad llegará lentamente.

A la comida hay que disfrutarla con calma, se aconseja comer en pequeñas cantidades muy saboreadas, practicando el siguiente ejercicio: ingiere tres bocados seguidos y después descansa unos segundos, así no comerás compulsivamente y obtendrás más rápido la sensación de saciedad.

Uno de los defectos cometidos en esos días de descanso es ir al supermercado antes de comer, una gran tentación que nos hace comprar alimentos no necesarios y al capricho de nuestros antojos, sin respetar incluso, una lista de prioridades que es importante realizar antes de salir de compras.

Reemplaza comidas y camina después de comer

A diferentes horas del día hace su aparición el hambre en especial entre las comidas y aunque es saludable ceder a la tentación para evitar enfermedades gástricas y hasta la hipoglicemia, los pequeños bocadillos pueden ser saludables y sobretodo bajos en calorías.

Por ejemplo, a la media mañana puedes comer un puñado de ciruelas, un vaso de leche o un trozo de queso bajo en grasa, estos te darán la sensación de saciedad sin pasar los límites de calorías recomendables. Ya en la tarde, prueba con una manzana o con frutos secos.

Luego de un delicioso almuerzo quédate sentado unos 15 minutos y luego pasea unos 30 más, esto hará trabajar tu sistema digestivo, quizás a la vuelta de tu oficina o en el parque más cercano, esto te servirá también para despejar un poco la mente.

 

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